Puras Fieras

Parte 3

Piere: Si, me gustaría que le diera una oportunidad al amor pero se niega.

Mari: seguro que encuentra a alguien con quien pueda ser feliz.

Piere: Si..... No se tu pero yo ya descanse lo suficiente, ¿pasamos al siguiente round?.

Mari: (asintió sonriente).

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A la mañana siguiente.

Maura Despertó con un dolor inmenso de caabeza, bajo las escaleras de su casa a hasta llegar a la cocina y allí se sirvió un vaso de agua, busco aspirinas para el dolor y se las tomó.

M: no vuelvo a salir más de fiesta (agarrándose la cabeza).

J: (llegando y viendo a su madre) ¿estas bien?.

M: no, me duele terrible la cabeza, ayer bebí demasiado.

J: supongo que no irás a trabajar (sirviéndose un jugo).

M: supones bien, oye hijo, ¿quien te pego? (pregunto curiosa).

J: (pensó en Horacio) un hombre que no le gustó que tardara tanto en recibirlo en la consulta (mintió).

M: La sanidad esta muy mal, hijo.

J: si, mama, bueno, me voy para el hospital, cuidate (le dio un beso y salió de la casa).

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Piere llevó a Maribel a casa de Maura a petición de esta y después se fue con Horacio.

P: ¿que tal te fue la noche? (entrando en la casa).

H: no tan bien como a ti (desayunaba).

P: ¿que tal estuvo el viaje de ayer con Maura?.

H: Maura (repitió) ¿así se llama? (Piere asintió) mmh pues estuvo peor que mal, primero me vómito en mis zapatos, después se quedó dormida al llegar a su casa y la tuve que ayudar también con eso.

P: (carcajeo) que noche tan espectacular ¿no?.

H: Ya deja la risa imbécil, voy a ir de nuevo al hospital en busca de ese muchacho, necesito su número de teléfono y su dirección para buscarle a su casa vez que tenga que hablar con el y así evitar tener que exponernos a tanta gente.

P: me alegra que por fin pienses con claridad las cosas, no podemos ponernos a buscar unos asesinos en pleno hospital.

H: (se levanto y salió del comedor) vamos, quiero llegar temprano para ver si puedo hablar con el antes de que entre a trabajar (tomando su americana y poniéndosela).

P: espera, yo aun no he desayunado.

H: pues haberlo echo (salió de la casa y Piere tras el).

Tras unos minutos llegaron y pudieron ver a Javier apunto de entrar al hospital, Horacio abrió la ventanilla.

H: muchacho (grito con voz firme para que este le mirara) sube, tenemos que hablar.

J: señor, después hablamos si quiere, ahora tengo que trabajar.

H: no demorare mucho (insistió).

J: está bien (se subió en el auto) ¿de que quiere hablar?.

H: necesito tu número de teléfono y tu dirección (Javier le miro con temor) ni te voy a hacer nada, por ahora, ya sabes mi condición, tu me ayudas a encontrar a los desgraciados que me arrebataron a mi hija y yo te perdono la vida.

J: (asintió) ¿tiene donde apuntar?..

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Maribel le contaba toda su aventura con Piere a Maura.