Puras Fieras

Parte 13

H: (la abrazo para hacerle saber que el estaría ahí con ella) ya, Maura, no me gusta verte llorar.

M: ¿como quieres que no llore?, ya no soy una jovencita para andar cuidando chamacos.

H: yo tampoco soy un niño que digamos, pero los dos hemos sido padres, sabremos como cuidar de nuestro hijo, ¿mmh?, ¿no sientes curiosidad por saber si es niño, si es niña, si se va a parecer mas a ti o a mi, si tendrá los ojos verdes como nosotros, azules, marrones, negros.....?

M: bueno (secándose las lágrimas) lo que si es seguro es que será precioso, o preciosa, no ay mas que ver la mama que tiene.

H: (sonrió) esa es mi maura (la besó) tengo tantas ganas de empezar a buscar nombres para nuestro bebe.

M: yo no he pensado en eso, es demasiado rápido, nos acabamos de enterar apenas ahorita.

H: lo se pero siempre uno sabe mas o menos que nombre quiere para sus hijos, ¿no?, por ejemplo tu con Javier, ¿por que le pusiste así?.

M: por el actor de una telenovela que estaba como dios quería, era pura sabrosura ese hombre (se mordió el labio recordándolo).

H: espero que el nombre de nuestro hijo no sea de ningún actor de novela por el que se te caiga la baba (celoso con su comentario).

M: ¿y ahora tu?, ¿estas celoso? (encantada con la idea).

H: claro que lo estoy, hablaste de ese actor como si fuera tu amor platónico.

M: lo fue, pero no te preocupes mi Santa Clouse, ahora mi amor platónico eres tu, aunque seas bien pesadito.

H: (acaricio su pelo) soy pesadito y fastidioso por que te amo mucho y por que estas bien loquita, tienes que calmarte, ya no se ni cuantas veces te lo he dicho ya.

M: no mires cuantas veces me lo has dicho si no cuantas veces te quedan por decírmelas (sujeto su mano) papás, no puedo creerlo, ahora resulta que para hacer el amor contigo vamos a tener que usar condón.

H: yo ni loco uso eso, soy de la vieja escuela, pasará lo que tenga que pasar pero yo siempre le tiro pa' lante.

M: cuándo nazca este (señalo su vientre) tendremos que protegernos hasta yo pasar la menopausia por que no pienso volver a repetir experiencia.

H: (dijo que no con su dedo índice) dios es el que decide, y el quiere que tengamos bebes, muchos bebes (bromeó).

M: ay no, toquemos madera (decía) , ¿no te da pavor ser padre?.

H: no, ya fui padre y ame a mi hija más que a nada en el mundo.

M: hablando de tu hija......se que tal vez no quieras hablar del tema pero, ¿enserio mataste a la persona que la asesinó? (intrigada).

H: si, Maura, lo hice, pero no es un tema que se deba hablar en un hospital, ¿no crees?.

M: ya se, pero tengo curiosidad, ¿te gustó?, ¿sentiste adrenalina?.

H: Maura, lo único que sentí fue una rabia enorme, por que eso no me iba a devolver a mi hija (confesó).

M: me enoja que no me hubieras dicho antes, aunque, ¿sabes algo?, me excita mucho saber que estoy con un hombre peligroso (en un tono de novela).

H: (negó con la cabeza) tu y yo vamos a tener que visitar un psicólogo y hacer terapias, creo que te van a venir bien.

M: yo voy si quieres pero tu vienes conmigo.

H: ¿enserio vas a acceder a ir a terapia tan rápido? (sorprendido de haberla convencido tan pronto) .

M: si, todos dicen que necesito ayuda, que estoy fatal de la cabeza, pues bueno, tal vez tengan razón, aunque yo pienso que no, solamente soy una persona extremadamente sincera.

H: se puede ser sincera pero no cruel (le dijo).

M: ¿me estas diciendo que soy cruel? (haciendo cara de niña pequeña).

H: si, pero eres un mujer cruelmente bella (lo arreglo como pudo).

M: aww (se acercó para besarle).

Pasó un ratito más y Salazar entró en la habitación.

S: ¿Cómo anda la mujer mas linda del planeta?, ¿ya te calmaste? (acercándose para monitorear las máquinas).

H: (miró con cara de pocos amigos a Salazar)..

M: estoy muy bien, pero sigo queriéndome ir para mi casa, redacta un papel para mi alta voluntaria, no quiero seguir aquí.

S: Maura, me encantaría cumplirte el deseo pero al menos hoy tienes que pasar la noche aquí (mirándola).

M: no, yo no quiero quedarme aquí, no me gusta este lugar.

S: a ti ningún lugar te gusta (decía).

M: me gusta mi casa (contesto) y es ahí en donde quiero estar, yo guardo reposo y todo lo que quieran, pero en mi casita.

H: Amor, tienes que hacer caso de las indicaciones del doctor, por favor, si por hoy tienes que quedarte aquí pues te quedas y ya, yo voy a estar a tu lado, no me voy a ir (la besó delante de Salazar para dejarle claro que aquella era su mujer).

M: mi amor (quejándose).

H: nada, por favor, no hagas berrinche.

M: (resopló) ya que, pero al salir de aquí quiero que me compres un buen regalito.

H: trato echo (le guiño un ojo).

S: les dejo (salió serio de allí).

H: parece que el doctorcito esta enamorado de ti.......

M: si, lo está, es Salazar, ¿te acuerdas que te dije que iba a tener sustituto para ti como amante?, es él.

H: ¿y me lo dices así?, ¿Cómo si nada? (se tenso).

M: ay, era broma, ¿tu crees que yo tendría algo con el bobo ese?, claro que no, aunque no lo creas yo solo te amo a ti, pero no vayas a acomodarte, ¿eh?, tienes que seguir conquistándome día tras día.

H: (no contestó).

M: ¿Qué te pasa? (preguntó) ¿estas enojadito?.

H: es que no me hace ninguna gracia que los hombres te miren o que puedan enamorarse de ti, la idea me mata, me llena de celos.

M: yo lo se, a mi me pasaría igual si veo a una mujer mirando para ti, ¿te acuerdas en el restaurante?, ¿Cuándo tuviste la cita con aquella perra? (el asintió) pues no me gustó verte con ella, por eso hice el show que hice, por celos.

H: al menos lo admites por fin, los celos acaban con cualquiera, mi amor, vamos a tener que entrenar eso también y tratar de calmarnos, aunque va a ser difícil.

M: pero no imposible.

H: exacto (concordó).

M: ¿enserio vas a quedarte toda la noche aquí?, mira que esto es un horror.

H: no me importa, si estoy a tu lado todo es maravilloso (posó una mano en su mejilla) no puedo creer cuanto te amo, jamás pensé volverme a enamorar después de lo de mi mujer.

M: yo solo espero que tu amor por mi sea puro y sincero, no quiero que de nuevo......

H: (la interrumpió) no voy a abandonarte como lo hizo ese patán, mi vida, jamás.

M: creo en tus palabras, no falles, por favor.

H: nunca (le dio un beso seguido de otro).