Puras Fieras

Parte 35

M: gracias, no quiero estar así como tu.

H: (carcajeo saliendo de la habitación, ella creyó que ya se había ido pero irrumpió de nuevo en el lugar) acuestate (exigió).

M: ya voy.

H: ya (dicho eso se fue a preparar las mamilas de los bebes).

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Oscar admiraba a Cristina mientras esta veía la televisión.

C: (sentía su mirada sobre el y le miró) me incómoda que me mires así.

O: lo siento (se acerco para sentarse a su lado) eres muy bella y no lo puedo evitar.

C: ¿soy tu primera novia y ya sabes alagar a una mujer?, me preocupa lo rápido que aprendes.

O: no tienes de que preocuparte, y te aclaro que siempre he sabido alagar a una mujer, no enamorarla, pero lo suficiente para llevarla a donde quería.

C: no me lo cuentes (pidió bajando la mirada).

O: (se inclino un poco para ver sus ojos) ¿que pasa?, mirame (le pidió ayudando a que levantara de nuevo la cabeza con su mano puesta en su barbilla) lo que hice forma parte de mi pasado ya, ahora que descubrí lo que es el amor, ya no quiero saber nada de otras mujeres, solo de ti.

C: (suspiró) te amo, Óscar, cada vez tengo más temor de lo que pueda pasar entre nosotros.

O: ¿temor?, no voy a serte infiel, se que eso es lo que te angustia y no tienes por que hacerlo, yo también temo que puedas enamorarte de otro y dejarme por no ser tan bueno para ti.

C: tu eres perfecto para mi (le dio un piquito) vamos a tener que aprender juntos a liberar ese miedo.

O: lo haremos (le dio otro beso).

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Los bebés ya lloraban sin parar, Horacio subió rápidamente con el biberon las escaleras.

H: ya estoy aquí (entrando en la habitación) cariño, ¿puedes darle la mamila a Arturo para yo dársela a Estrella?.

M: si, claro (el le dejo al niño en los brazos junto con la mamila).

H: (tomó a Estrella y comenzó a darle de comer).

M: amor, ¿pudiste hablar con los muchachos?, quieron que vengan.

H: No pude llamar ayer a Javier, con todo lo que pasó se me olvidó, y a mi hija tampoco la he llamado.

M: ¿por que no la llamas y le dices que venga?, me encantaría que conociera a sus hermanos.

H: la llamaré cuando termine de darle de comer a esta hermosa princesa.

M: no paro de pensar en que van a ponerse celosos, no solía hacer estas cosas con mi hijo, cuándo vea que a pesar de estar enferma si lo hago con sus hermanitos, va a celar, estoy segura.

H: tienes que sacar tiempo para estar con el, pídele que venga a hablar contigo de vez en cuando a lo que te mejoras.

M: ¿querrá?.

H: es evidente que si.

M: (mantenía la mamila del niño contra su pecho, aprovecho que tenía una mano libre y tomó su celular para llamar a su hijo)....... ¿Javier?, hola, cariño, soy tu madre, Maura.....

H: (rió por lo bajito) no tiene otra madre, mi amor.

M: shh cállate (le dijo y prosiguió a seguir hablando con su hijo) te llamaba para avisarte de que tus hermanos ya nacieron, estoy en casa, me gustaría que vinieras a verlos, que les conozcas, ¿será posible?..... te esperamos aquí, adiós (colgó).