Puras Fieras

Parte 55

Ós: Cristina me lo da todo, es con quién elegí pasar mi vida, lo siento, Deborah, lamento si tu vida no ha sido como la esperabas pero hoy por hoy mi vida no puede ser más perfecta.

De: tu lo quisite (sacó un arma de su bolsa) si no eres mío no serás de nadie, Óscar (le apuntó con el arma).

Ós: ¿que estás haciédo?, Deborah...baja el arma, piensa en lo que estás haciendo, ¿quieres ir a la cárcel?.

De: no me importa ir a parar a la cárcel si no puedo estar contigo, tu eres el único que me puede ayudar. Por favor, acepta ser el padre de mi hija, te lo ruego, ven conmigo, yo puedo hacer que te enamores de mi, dame una oportunidad, por favor.

Ós: (negó) lo siento. Si quieres disparar, hazlo pero no voy a separarme de Cristina. Yo la amo, no puedes querer tener una relación con alguién que no siente nada por ti. Me la pasé bien contigo cuándo estuvimos juntos pero ahora todo cambió, estoy enamorado, perdidamente enamorado...

De: ¿yo nunca fuí suficiente para ti?, siempre teníamos encuentros amorosos, Óscar, ¿nunca sentíste nada estando conmigo en la íntimidad?.

Ós: no como con ella, lo nuestro era solo pasional, con Cristina es todo...

C: amor, ¿era Horacio? (llegándo hasta él y viendo a Deborah apuntándole con un arma) ¿que...qué pasa?.

Ós: (la puso tras el) nada...Vamos, Deborah, dísparame, hazlo pero deja a mi mujer, ella no tiene nada que ver en esto.

C: nooo, ¿cómo que lo haga?, Óscar. Por favor, no dispares.

De: (no sabía que hacer, de pronto unos enormes brazos la sujetarón por la espalda y le arrebatarón el arma) devúelme eso.

H: ¿estás loca?...llama a la policía Óscar, esta mujer debe estar en la cárcel.

Ós: (negó) no, déjala que se vaya. Espero que no vuelvas a hacer algo así y recapacites, sé que no estas bien, por eso me estoy apiadando de ti.

De: Óscar...

Ós: no...vete y no vuelvas por aquí o entonces presentaré una denuncia en tu contra por haberme apuntado con un arma.

De: (lo miró por última vez antes de salir corriendo).

H: ¿cómo la dejas ir?, podría volver y hacerles daño, Óscar, esa mujer está mal.

Ós: es mejor dejar las cosas así, confío en que entre en razón.

C:...

M: (entró con los niños en brazos) ¿quién era esa mujer que salió corriendo de la casa?.

Ós: nadie (le quitó a los bebés de los brazos) pueden irse tranquilos, Cristina y yo nos ocuparemos de los niños.

H: ¿estás seguro de que pueden hacerse cargo?, si no pueden no hay problema, nosotros nos los llevamos a la empresa.

Ós: si lo dices por lo que acaba de pasar, tranquilo, estarán bien.

H: bueno, gracias. Después vendremos por ellos, tal vez lleguemos un poco tarde pero estaremos para la cena, estamos deseando saber cuál es esa noticia que nos tienen que dar.