Puras Fieras

Parte 25

O: (le dio otro beso y comenzó a vestirse) siempre que quieras seguir aprendiendo de sexo, puedes buscarme, adiós hermosa (salió de la habitación dejando a Cristina acostada en la cama).....

C: (se sintió un poco mal después, ella había soñado con una primera vez donde hubiese amor pero allí no hubo nada de eso, solo deseo, le hubiera gustado que por lo menos se hubiera quedado a dormir, abrazandola, pero no podía pedir más de lo que el estaba dispuesto a darle, no lo culpaba, casi ni se conocían).

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La película terminó, Horacio se dio cuenta que Maura se había dormido en su pecho y no quiso despertarla.

H: (sonrió feliz y acomodó su cabeza en el sofá para quedarse dormido con ella).

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Andrea no podía dormir y se topó con su tío que recién entraba por la puerta.

A: ¿donde estabas?.

O: con una amiga, ¿no puedes dormir?.

A: no, solo pienso en Javier, no se donde pueda estar y eso me angustia, y para colmo el niño no para de preguntarme cosas, dice que si el es su papa por que no esta con el, que por que no le cuida y le lleva a jugar, no se que responderle.

O: el dijo que le iba a hacer una prueba de adn, deja que se la haga y después que cumpla con su deber de padre.

A: no me importa que le haga la prueba, pero, ¿como se la va a hacer si desapareció?.

O: ya regresará, estoy convencido de que lo hará, la sangre siempre llama.

A: ¿tu crees?....

O: (asintió) ve a acostarte y descansa tranquila, no pienses más en problemas, te vas enfermar.

A: tienes razón, gracias tío (le dio un abrazo y se fue a dormir).

O: (tomo un vaso y se puso hielo, después se sirvió un trago de whisky) ay Cristina, que mujer.... (tomó el contenido de su vaso y se retiró a descansar).

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A la mañana siguiente Maura abrió los ojos y se topó con la mirada de Horacio.

M: auch (se quejo acomodándose en el sofá) ¿nos quedamos dormidos aquí?.

H: si, no quise despertarte, te veias tan cómoda durmiendo en mi pecho que preferí dormir sentado.

M: me duele el cuello (se quejo).

H: y a mi la espalda, pero mereció la pena para poder ver tu carita al despertar y ese hermoso pelo alborotado.

M: la culpa de que me duela el cuello es tuya, debías de haberme despertado o podrías haberme cargado y llevado a la cama.

H: haber (aparto su pelo hacía un lado).

M: ¿que haces?.

H: voy a darte un masaje por haber sido tan descortés contigo (comenzó a sobar su cuello con sus grandes manos).

M: ay que rico (cerrando los ojos).

H: eso me lo suelen decir (bromeó)

M: no seas baboso....

H: (carcajao).

M: (estuvo masajeandole el cuello un ratito más) ya, creo que por fin estoy recuperando erando sentido, ¿puedes ir preparando el desayuno para que yo pueda vestirme?.

H: sin ningún problema, ¿vas a querer que hoy también te lleve a trabajar?.

M: no, voy a ir en mi auto por que después tengo terapia con Max.