Puras Fieras

Parte 30

A: te entiendo, pero creo que el se enamoró de ti, no lo va a reconocer, eso debes saberlo, pero era tan obvio, jamás pensó tanto en alguien como en ti.

C:..... me agrada haberte vuelto a ver pero debo irme ya..... adiós (entró en su apartamento y se recargo en la puerta) se fue...... se fue.....

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Cuándo Maura y Horacio llegaron a la casa, recibieron una sorpresa.

M: ¿que demonios haces tu en mi casa? (seria).

x: tengo derecho a estar aquí.

H: (no entendía nada) ¿quien es este hombre? (mirándole).

x: permiteme que sea yo quien me presente (le pidió a Maura) soy Ángel, el papá de Javier.

M: tu no eres nada de mi hijo, vete de aquí y no vuelvas.

A: No me voy a ir a ninguna parte sin hablar con mi hijo.

M: el no está y aunque estuviera no dejaría que hablara contigo, primero muerta (enfrentandole).

H: no te pongas nerviosa (le pidió) recuerda que no es bueno para el embarazo.

A: ¿embarazo? (empezó a reirse) no sabía que a tu edad siguieras siendo tan fértil, y dime mi vida, ¿quien fue el valiente?.

H: (se puso delante de Maura para quedar cara a cara con aquel hombre) te pido encarecidamente que te vayas de aquí y dejes de faltarle el respeto a mi prometida o si no, me veré obligado a enseñarte a golpes como se debe de tratar a una mujer.

A: se lo dije a ella y te lo digo a ti, no me voy hasta hablar con mi hijo.

M: (rodeó a Horacio para llegar hasta Ángel y propinarle una cachetada) vete mal nacido, por que te juro que soy capaz de matarte.

A: (levanto la mano para golpearla pero Horacio no lo permitió y le paró el golpe, dándole el uno en la barbilla como respuesta).

H: te dije que respetes a mi mujer, y te me largas de aquí en este mismo momento (furioso).

A: me voy, pero volveré para ver a mi hijo, así tenga que pedir una orden judicial (se fue).

M: el no puede acercarse a mi hijo, Horacio, no puede hacerlo, no es una buena influencia para nadie.

H: debemos hablar con el para explicarle lo que está pasando y dejarle en claro la clase de padre que tiene.

M: ¿cuando vamos a tener un día tranquilo? (fastidiada).

H: parece que nunca (llamando a Javier por celular)......Javier, soy Horacio, necesito que vengas para la casa de tu mama, tenemos que habalar contigo..... te esperamos (colgó).

M: ¿viene?.

H: si, ¿ya sabes que le vas a decir?.

M: que ese malnacido regreso, solo espero que sea agradecido con todo lo que hice por el y que le deje en claro a ese imbécil que no forma parte de su vida.

H: ¿y si decide que quiere escuchar la versión que ese hombre quiera contarle?.

M: entonces, no me va a importar lo que tu me digas, en ese mismo momento, te juro, que ese hijo para mi deja de existir.

H: (no le dijo nada, simplemente la miró en silencio).

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Óscar se fue al bar que solía frecuentar, hacía tiempo que mantenía un afer con la camarera, pero esa no era la única, tenía varias y todas sabían las reglas que el ponía.