VISITA.

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*nota antes de empezar*

estamos en tiempos de flashbacks, esto ocurre antes del juicio.



Noviembre 15.

Dejaré de contar los días en cualquier momento.

Quince, quince, quince. No debo hacerme esto a mi misma.

Pero el numero taladra mi corazón hasta provocarme migraña. Quince días y no he recibido ni una sola carta. Es como si solamente se hubiese desvanecido.

Pero eso es imposible, no cuando lo veo casi a diario, en los periódicos, en el chismerío de la gente.

"Harry Potter y Ginevra Weasley han vuelto"

"suenan campanas de boda de nuevo"

No hubo ni una sola foto de nosotros aquel día en la fiesta de Halloween, pero de ellos, pareciese que siempre hay una foto nueva cada día.

Hubiese jurado que alguien nos vio juntos en la fiesta, o tal vez solo fue el calor del momento. La noticia de que Harry Potter había vuelto era más impresionante que la mosca con la que él se encontraba bailando.

Escuché a la gente hablando de él las pocas veces que visité el callejón diagon los días siguientes.

"pobre muchacho, ¡se la van a hacer otra vez!"

"esa chiquilla no va a dejar a ese buen mozo, y además rico, por un don nadie"

"debe estar o muy tonto o muy enamorado para aceptarla de nuevo"

"o tal vez las dos"

el par de ancianas se partió de risa y siguieron su camino mientras que yo me quedé en una esquina intentando no llorar de rabia.

Así que dejé de ir ahí. comencé a visitar lugares muggles. Sin gente que conozca el apellido Potter ni Weasley.

Los muggles tienen su propio tipo de magia. Sus museos están llenos de arte fantástica. Que no necesitan moverse para ser encantadores. Una tarde me doy cuenta de que quieren ser como nosotros, quieren magia.

Eso me ayudó a sobrellevar las cosas un poco. Hasta ese día...

Me estaba preparando para otra visita al Londres muggle. De nuevo a la gran galería nacional. No sentí nada, ni un presentimiento, ni la intuición de que él tocaría a mi puerta, de nuevo.

No me pareció el mismo de antes, parecía confundido, con dolor. Como si no supiera que estaba haciendo aquí.

—¿podemos hablar? — dijo

Es una pregunta muy interesante ya que no sé si quiera si puedo moverme.

—adelante—

Lo dejé pasar y nos sentamos de nuevo en los taburetes de la cocina. Justo ahí tuvimos nuestra primera charla, la noche que me pidió quedarse.

Tenía la mirada perdida y se observaba las manos.

Nadie dijo nada por un buen rato. Creo que ninguno se atrevía a ser el primero en hablar.

—sé que te debo una disculpa y una explicación —

Tuve que poner todo de mi parte para no llorar, para que su frágil voz no me partiera y claro, para mantener mi dignidad firme. Quiero escucharlo, pero también tengo ciertas dudas sobre lo que me dirá. Qué tal si se lo ha inventado.

O peor, que me diga que ha elegido, y no ha sido a mí. Una dolorosa parte de mi corazón cree que esto último es lo más probable.

Pues bueno, si voy a pasar por esto, que sea rápido para continuar a lo que sigue y olvidarme de esta situación por muy doloroso que sea.

—te escucho—

Le conteste con una fingida valentía.

—no sabes lo que se sintió volver a verla— dijo despacio.

Un momento después de la estupefacción, me rodeo la idea de lanzarle un crució.

Me quedé un instante pensando en eso. En cómo se vería revolcándose en el suelo sintiendo solo una pequeña fracción del dolor que sus palabras me hacen sentir. En vez de eso, solo voltee el rostro hacia otro lado con notorio desagrado.

—¡NO! no, no, no, no me refería a eso, disculpa. Es solo que después de todo este tiempo, que se apareciera así de repente...

"quería leer su mente, quería saber sus razones. Ahora no sé muy bien lo que quiero

—¡¿no sabes lo que quieres?! — le interrumpí.

Sentía la saliva como acido, me ardía la frente y apretaba los dientes mordiéndome la lengua.

—no, estoy tan confundido—

—¿Qué? ¿acaso no tienes claro quien estuvo contigo y para ti cuando ella te traicionó? —mis puños no podía más —¿o no quieres recordarlo? ¡Porque seguramente es mejor para ti pretender que nada pasó! Mmm ¡así no tendrías que cargar con la conciencia de lo que hiciste.

—¡no estoy arrepentido de lo que pasó si eso es lo que crees!—

Ambos habíamos elevado el tono para entonces.

—¡parece que sí! —no podía más aguantando el nudo en la garganta, así que lo solté en forma de lágrimas —¡POR QUE EN EL MOMENTO EN EL QUE ELLA APARECIÓ NO DUDASTE EN IRTE CON ELLA ASÍ SIN...

—¡POR QUE QUERÍA RESPUESTAS! —

—¡AÚN ASÍ¡ ¡PASARON QUINCE DIAS Y NO PUDISTE ENVIARME NI UNA SOLA CARTA—

—¡¿Y CON QUE FIN? NO SABIA QUE DECIRTE DE CUALQUIER FORMA—

—¡POR SUPUESTO QUE NO! —mi tono sarcástico fue muy claro —EN LOS BRAZOS DE ELLA ¿Qué OTRA PREOCUPACION PUDISTE HABER TENIDO? —ni siquiera quería seguir sentada.

—¡NO ES COMO TE LOS ESTAS IMAGINANDO!—me contestó exasperado.

—yo me imagino tantas cosas Potter. Espero que nunca puedas leer mi mente porque tendrías otra idea de mí. —

—¿y es por eso por lo que me estas reclamando sin ni siquiera escucharme? —

—no me tomes por tonta o demente, quince días estuve a la espera de noticias tuyas y no las tuve—

Muchas de mis acciones posteriores fueron alentadas por su siguiente comentario;

—quince días es mucho tiempo para quedarse en casa imaginando cosas a tu antojo —

No sé a quién de los dos le dolió más esas palabras, pero a mí me dejó sin ganas de seguir discutiendo.

—escúchame... —continuó él —vine a darte una explicación...

—y yo ya no quiero escucharla—

Le contesté apenas con el ultimo gramo de voz que me quedaba.

—vete de mi casa, ahora... —

Me da la vuelta y solo escuché dirigir sus pasos a la puerta.

El portazo de su salida dolió más que una daga en el pecho. Dentro de mí, aquella tonta fierecilla que brotaba llena de sentimientos, se retorcía sedienta por algo más; venganza.




un capitulo corto me acabo de dar cuenta. al rato subo uno más. 

me encanta leerles.

xox

MAGIA ENTRE LETRAS {HARRY POTTER Y TU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora