MAGIA ENTRE LETRAS {HARRY POTTER Y TU}

BODA.

27 de diciembre.

Harry.

Otra vez ha tenido una recaída. Malfoy no quiso decirme más. La amiga de Leví, la enfermera, tiene contrato de confidencialidad para no decir nada porque se van a juicio. Nadie puede decir ahora los procedimientos a lo que _______ ha sido sometida. Ni los que vengan. Fue un error no haberlos preguntado antes.

Aunque no sé si quiera saber por todo lo que ha pasado en el quirófano.

No entiendo cómo es que ________ pudo dejar en manos de Malfoy las decisiones de su salud. Si él mismo es el culpable de que ella esté aquí. Si _______ fallese, es muy probable que se vaya de nuevo a azkaban y esta vez, no voy a meter las manos por él. Tampoco quiero pensar, por mucho que quisiera darle otro escarmiento a Malfoy, que ________ pudiera perder la batalla.

Ella es mía.

—no te puedes ir— le digo—eso que pasó ayer no puede ocurrir de nuevo. Debes pelear—

Ayer tuvieron que resucitarla dos veces. Su corazón estaba colapsando. Malfoy estaba perdiendo la razón. A pesar de seguir débil, viene para saber de la situación de ______. Yo quiero golpearlo cada que lo veo. Por eso limita sus visitas durante el día. Sabe que de noche yo estoy aquí como un perro guardián.

Cuidando de ella entre las sombras. Celoso. No queriendo que nadie la toque. Ya no confió en nadie y la paranoia me hace ver cosas.

El tubo que atraviesa su boca hasta su garganta, es del doble del tamaño que el anterior. Los medimagos dicen que nunca habían visto a nadie con tanta actividad cerebral en alguien en ese estado, que el que ella tiene. Por eso tienen fe en que ella despierte. Pero por cada cosa buena que diagnostican, le acompañan dos malas.

A veces, ni siquiera los escucho. Solo paso de largo para verla, porque ella sigue aquí, aún.

Ginny me ha puesto una demanda a mí también. Quiere la mitad de todo lo que tengo.

Por un lado, creo que debería dárselo. Así me la quitaría de encima.

—pero no voy a darle a ella lo que te corresponde a ti—le digo tomando su mano. La visualizo con un anillo en el dedo. Y quedándose.

Pero primero debo encargarme de mi otro matrimonio. El que me ha dado pesadillas. Ahora me pesa estar casado. No puedo esperar a terminar con aquello. Pero no quiero despegarme de aquí.

Por momentos pienso, que ella estará mejor. Sé que en la muerte verá a su familia de nuevo. Y eso lo entiendo. Que no daría yo por ver a mis padres y a mi padrino una vez más. Por ese lado, creo que ella estaría feliz. Por el otro, yo sufro.

—no voy a dejar que te vayas. Apiádate de mí, _______. No me dejes. Yo no soy lo mejor que hay, pero te daré lo mejor que tengo. Lo prometo—

Centro mi mente en solo los buenos momentos. Únicamente los buenos recuerdos a su lado. Como cuando nos besamos por primera vez...

"Me había pasado toda la noche esperando por ella. Por alguna razón, me preocupaba con quien se iba a encontrar. No sabía cuándo era demasiado tarde. Así que estaba por salir de nuevo. Para buscarla, aunque no supiera donde. Aunque me hubiesen visto.

No sé si desde entonces ya sentía algo por ella. Oler su cabello a escondidas había sido la única cosa que me había atrevido a hacer. Y ese día solo quería verla de nuevo. No habíamos pasado la tarde juntos como de costumbre. Creo que desde entonces debí haberme dado cuenta que la extrañaba.

Los espirales de su aparición hizo acelerar todo dentro de mí.

—no esperaba que estuvieras despierto—ella estaba agitada también.