CASTILLO DE NAIPES

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Narrador.

04 de diciembre.

Ministerio de magia.

18: 55 horas. Seis horas después del atentado.

A esta hora de la tarde, ya pocos quedaban haciendo guardia. Había sido un domingo muy tranquilo para el ministerio. De entre sus larguísimos corredores e incontables salones, se encontraba uno donde dos hombres charlaban, uno de ellos era Harry Potter, con su recién estrenado uniforme de auror.

El otro, Frederic Baker, capitán del escuadrón al que Harry pertenecía. Un hombre de mediana edad con aspecto rígido, pero cualquiera que lo conociera un poco se daría cuenta de que simplemente es pura fachada. Ninguno de los dos había prestado atención al pequeño alboroto de los corredores.

—sabes que yo te estimo mucho, Harry, pero el ministro quiere que cumpla con la orden de comunicarte que, si vuelves a abandonar tu cargo por tanto tiempo, te degradaran de rango. —

A Harry la noticia no le cayó de sorpresa.

—ni que lo mencione, prometo no ausentarme por tanto tiempo otra vez—

—sé que pasaste por momentos difíciles, pero ahora tienes un deber con el ministerio, una responsabilidad. Y bueno —dijo el hombre con más entusiasmo —ya te darás cuenta que el ministro olvidará el asunto en algunos meses —

—eso espero yo también—dijo el joven

—por lo mientras —continuó el capitán con un aire de estar contando un secreto —te asignaran a misiones un poco complejas, tal vez te asignen a un caso de piratería en Escocia. —

Harry entrecerró un poco los ojos.

—¿piratería? —

El viejo torció un poco la boca, sacudiendo la cabeza.

—lo sé, un poco extraño en estos tiempos. Pero han llegado rumores sobre extracción de minerales mágicos en una zona en el borde de los límites al norte de escocia. Unas islas, su inestabilidad ha encendido las alarmas. La explotación de estos minerales hundiría la tierra, provocando la muerte de cientos de personas. —

—entonces tenemos que hacer algo... ir hasta allá y...—

—no te preocupes. Ya hemos enviado una cuadrilla de aurores. Ellos recopilaran la información que necesitamos. Mientras tanto, debemos esperar y estar preparados, en caso de desplegar más gente a esas islas —



El toque de la puerta se escuchó interrumpiendo la charla. Harry, sin duda estaba lleno de preguntas. Un joven, apenas menor que Harry, asomó su cara por el marco de la entrada.

—dime, Máximo, ¿Qué se te ofrece? —preguntó el capitán.

—lamento la interrupción, caballeros —dijo mirando a ambos—pero el ministro de accidentes bilaterales pide de su apoyo—

—eso es raro—dijo el viejo con el ceño fruncido —¿sabes para qué?

El muchacho se adentró más a la oficina, sabiendo que lo que iba a decir, no se vociferaba desde el corredor.

—escuché que hubo un accidente en el Londres muggle, el asunto es serio, graves heridos —

—nosotros no regulamos eso —

—creo que están implicados magos, señor —

Harry, quien hasta ahora no había preguntado nada. Se dejó llevar por la curiosidad.

MAGIA ENTRE LETRAS {HARRY POTTER Y TU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora