TESTIGO.

867 108 55
                                    



Rayita.

El tacto de Draco se sentía más que tibio. He de admitir que se ha comportado un poco sobreprotector. Creo que se tomó su papel de guardián medico muy en serio. Si la mirada penetrante de Harry no estuviese sobre nosotros, me sentiría bien. Hace meses que no recibo un abrazo.

Una pequeña parte de mí, disfruta esto. Cada día que los diarios publicaban una foto nueva de él con aquella, yo sentía lo que seguramente él está sintiendo ahora. Así que, cuando pongo mi mano sobre la de Draco, disfruto su mirada de dolor. Y no lo soporta más, así que voltea su vista al frente.

Los primeros que interrogan a Harry son los miembros del ministerio. Creo que saben que, si lo hacen nuestros abogados, solo preguntaran lo que mejor nos convenga a nosotros. No sé si van a tener condescendencia con él debido a su influencia en el mundo mágico. Les ha de costar creer que Harry está aquí para atestiguar a nuestro favor.

—Buenas tardes, señor Potter. ¿Cómo se encuentra en este día? —su tono complaciente y arrastrado me hace querer voltear los ojos.

Debí de haber hecho una mueca o soltar un aire irónico, porque escucho la risa de Malfoy.

Él se fue, me debo recordar. Por irse con ella. Así que, no debo sentir la estúpida sensación de querer ir con él y abrazarle. No sé qué tiene que ver en todo esto. ¿por qué rayos tiene que venir en nuestra defensa?

—Muy bien su señoría, muchas gracias, espero que usted esté igual de bien—

El ministro parece halagado por el comentario. ¡par de estúpidos!

—que no se te noten tanto los celos, cariño—me susurra Malfoy en el oído.

Le doy un codazo con la escasa fuerza que tengo y aparto sus manos de mí. Él solo ríe con suficiencia, no importándole que me quite de su lado.

El ministro continuo con su interrogatorio.

—Señor Potter, queremos saber algunas cosas con respecto a su papel en esta situación—

Harry no juega ningún rol aquí. Nunca se preocupó por cómo estaba. Él sale sobrando en es todo esto.

—primero—continuó —hubo rumores sobre... una supuesta relación entre usted y la señorita Peek ¿Qué de cierto hay en eso? —

¡ah! ¡ahora si lo saben! Pero fuera de aquí las planas no hablan de él conmigo, sino de ella.

—no entiendo que tiene que ver eso con el caso—contestó Harry.

—bueno, señor Potter. Según los últimos acontecimientos, no sería la primera vez que el señor Zabini... arremete contra usted a través de sus parejas sentimentales —

Creí que se me había ido el aire. Pero no fue tan sorpresivo o punzante como la réplica de Harry.

—Entre la señorita Peek y yo, no existe ninguna relación—

Es verdad, me digo a mi misma. No me tendría que doler así. No dejo que mi corazón se ablande, por el contrario, le pongo una coraza para que no sienta dolor. Y creo que debo ser muy fuerte por si lo que viene es peor.

—pero ¿la hubo? —insistió otro de los miembros de la corte.

Creo que Harry no tuvo de otra que aceptar.

—La hubo, semanas antes del incidente. No duró mucho —no sé si él sufrió lo mismo al decirlo que yo al escucharlo.

—¡ah! Entonces, se podría decir que el señor Zabini quería tal vez, volver a causarle daño. Podría ser la señorita Peek la causante de todo esto, tal vez—

MAGIA ENTRE LETRAS {HARRY POTTER Y TU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora