MEDIOS.

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¡ULTIMOS CAPITULOS!

Rayita.

Necesito con urgencia algo para el dolor de cabeza. Por desgracia ya dejamos las pociones atrás. Con todos los huesos completos y unidos, ni siquiera nos molestamos en volver al hospital. Pero ellos siguen viniendo una vez por semana. Así que, solo nos afirman lo que ya sabemos. Estamos sanos.

Nos han quedado cicatrices que no hemos podidos borrar y que honestamente, no nos preocupan. Son del grosor de un cabello y están al nivel de la demás piel. ¡agh! Pero hoy, precisamente, no me caería mal algo para el dolor. Incluso me fastidia estar en cama.

Los Granger ya se han calmado un poco. Desde ayer que regresé del ministerio los vi, pasando la tarde en los jardines. Parecen más amables. Así que no me molesta tanto bajar a desayunar con ellos. Pero espero no decir nada que salga de mi mal humor provocado por el dolor.

Aun así, no llego al comedor. Escucho como Draco tararea una canción y eso me llama más.

Toco a su puerta y apenas me ve, se pone de pie.

-¡quiero confesarme contigo! -dice de buen ánimo.

Una confesión de Draco conmigo puede o no afectarme de tantas formas. Y no porque esté sonriendo sosiega mis inquietudes.

-¿Qué hiciste ahora? -le pregunto desconfiada.

Esconde algo detrás de su espalda y se inclina hacia enfrente para llagar a mi altura.

-Es algo que he estado haciendo desde el día que despertaste-

Sus palabras me agarran por sorpresa. Y me hacen abrir los ojos con preocupación.

Él, sin embargo, se ríe.

-habla-le ordeno.

-no dejé que ninguno de los elfos te enseñara nada relacionado con noticias de Potter-

-sí, ellos me lo dijeron después del juicio-

Él parecía un poco sorprendido y decepción.

-¡ah! ¿y te dijeron que te ocultaron? -

Nunca me había puesto a pensar en eso. En todo lo que ellos pudieron haber escuchado sin decirme.

-no-contesté.

Draco sonrió de medio lado.

-ya que no podías salir por tu condición o porque yo estuviera detrás para cuidarte, retiramos todos los diarios que llegaban a la casa. Así no podrías enterarte del tipo de las gafas ¿verdad? -

-ah-ja- respondí quedamente.

-bueno, pues como ya todo está casi resuelto. Y tu estabilidad emocional también está bien, pues me gustaría destaparte de tu ignorancia. -

-¿Cómo? -

Él puso su mano detrás de mi hombro y con cuidado me guío hasta donde estaba una pila de papeles. Decenas de diarios. Todos con distintas fechas y me atrevo a decir que todos contienen notas que no quiero leer. Es muy probable que en más de uno esté yo. O peor, en varios veré lo que esa mujer intentaba mostrar falsamente al mundo.

Mis sentimientos estaban divididos entre leerlos y no.

-y este es el de hoy... - agregó Malfoy con tono malévolo, colocando en mis manos el diario de hoy.

Ahora que estamos bien. Ha vuelto a su antiguo él.

Ignoro todos los demás. Y me concentro en solo uno. El que tengo en mis manos.

MAGIA ENTRE LETRAS {HARRY POTTER Y TU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora