TÚ DE NUEVO.

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RAYITA.

Fue como una bomba de humo. Apenas llegó, y todos quisimos desaparecer. En ese momento sentí la urgencia de que Astoria se fuera de inmediato. Si ella es nuestra fuente y está inmiscuida en primera fila escuchando lo que se dice en el ministerio entonces no nos conviene que Granger la vea muy seguido por aquí, porque comenzaría a sospechar y claramente, llegará el día en el que lo descubra.

—buenas tardes—dijimos todos.

Ella parecía abrumada por tanta gente de improvisto.

Yo quería hacerme lo más pequeña que se pudiera en el rincón en el que estaba. Parkinson y Theo son amigos de años de Draco, ellos son más que bienvenidos en este lugar, pero puedo decir que hasta ellos se sentían incomodos. Astoria por su parte, no parecía como si la presencia de Granger le causa ninguna emoción. Buena o mala.

Ella se limitó a sonreír. Como si eso formara parte de su uniforme.

—¡Granger! —dijo con un falso entusiasmo bien disimulado. —¡Que gusto verte de nuevo! Escuché que estabas de vuelta con las... bestias.

Quiero creer muy adentro que se refiere a su cargo de ministra protectora de criaturas mágicas y no a sus padres muggles. Sé que los Greengrass son una familia muy conservadora y ven las nuevas normas coexistenciales con los muggles como algo aberrante e hipócrita.

Granger no alcanzó a responder, Draco le ganó la palabra.

—Amor, ¿por qué tan temprano? —

—un problema de tuberías, nos mandaron a casa en lo que lo arreglan—

Todos guardamos silencio. La única persona que parecía tener la mente fría, actuó de inmediato.

—bueno, pues—dijo Astoria —yo solo pasaba a saludar. Y me alegro de que todos estén bien. Lamento lo que se dijo en el periódico de hoy. —sentí una punzada en el estomago, apuesto a que más de uno en la habitación la sintió —Por cierto, felicidades por el compromiso.

Malfoy y Granger solo asintieron. No sé qué deba sentir Greengrass al saber que su supuesto futuro esposo esté ahora en los brazos de alguien más.

La imagen de la pelirroja llorando en el suelo pasa por delante de mis ojos. Pero no siento lastima, ella se lo ganó.

Nott y Parkinson se retiraron a sus habitaciones con la excusa del cansancio. Yo simplemente dije con permiso y salí.

Cualquier cosa que ellos tengan que hablar, no me compete.




Después de la cena, y ¡vaya que hay que decir sobre ese evento!, me fui de vuelta a mi habitación. Algo remolineaba en mi cabeza. Las palabras de Astoria se sentían igual que cuando nos las dijo. Pero sentía algo familiar en ello. Algo que re burbujeaba dentro de mí y que no me dejaba en paz.

Como cuanto intentas recordar algo por mucho tiempo hasta que te da fastidio. Siento como si ya hubiese oído hablar de ello. ¿pero dónde?

Con tantas ideas ni siquiera escucho el abrir de la puerta. Estaba tan sumida en mis pensamientos que al sentir su tacto en mi piel, no pude evitar dar un respingo.

—¿estás bien? —me pregunta mientras se acerca más a mí.

—ah, si—dije quedamente —¿a qué hora llegaste?

—Hace un momento. No escuché a nadie en la casa —

—seguramente fueron al jardín trasero. Les gusta ver la puesta de sol. Además, hoy regresaron Nott y Parkinson —

MAGIA ENTRE LETRAS {HARRY POTTER Y TU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora