SENTENCIAS.

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¡ULTIMOS CAPITULOS!


Rayita.

Desde que Draco me recordó lo de la audiencia. No he parado de pensar en ello. ¡Como si no tuviese suficiente! Me preocupa que algo no nos dé la ventaja. Pero Zabini no ha mostrado señas de querer defenderse. Nadie sabe nada de él. Así que su ausencia lo delata bastante.

A diferencia de aquella vez, me visto como yo quiero. Aún, usando lo que Malfoy me ha dado para vestir. Ya que no quedó nada de lo que tenía. Pero ahora, es distinto. Vestido vino hasta las rodillas. Medias y zapatos negros. Me maquillo porque estoy un poco harta de lucir tan demacrada y ojerosa.

Menos nerviosa.

Harry no vino a verme ninguno de estos días. Solo envió una carta diciendo que tenía algo importante que hacer en Escocia de nuevo. Pero que teníamos que hablar sobre lo sucedido. Y despidió la nota con un té extrañaré.

Me hace sentir un poco culpable. Probablemente exageré un poco pidiéndole que acepte mis decisiones, pero si desde ahora me dejo influenciar por él, llegará el día en el me sienta sofocada por su sobreprotección. Le agradezco que me cuide. Es algo maravilloso en él, pero no le voy a dejar que el decida todo por mí.



Bajo para reunirme con Draco y con Granger. Ambos parecen nerviosos. Escucho como Malfoy le dice a Granger que se tranquilice, que todo saldrá bien. No sé si me lo va a decir a mí también. No creo, al menos enfrente de ella, no. Me siento como un mal tercio en la intimidad de este momento.

No veo a los Granger cerca, pero es muy temprano que apenas hay luz de día. Ya me caen un poco menos peor. He compartido alimentos con ellos un par de veces. Yo ya había convivido con muggles antes. Pero nunca he entablado conversación con ellos por largos periodos de tiempo.

—señoritas—dice Draco, guiándonos a su despacho donde está la chimenea.

Supuse que yo sería la primera en ser arrojada por las flamas y que ellos irían juntos. Así que me acerqué al cáliz que estaba junto a la chimenea y estaba a punto de tomar los polvos cuando Draco me detiene.

—______, Hermione tiene que irse primero—dijo.

No lo dijo ni medianamente mal. Pero ha dejado un sabor agridulce dentro de mí.

Granger pasó a mi lado un poco apurada, tomó los polvos y se metió a la chimenea. Ella y Draco intercambiaron miradas un momento.

—Suerte—le dijo el rubio.

—Y a ustedes...—añadió ella.

—Gracias—susurré.

Granger levantó la mano y dijo en voz alta; "Santi ley"

Yo voltee a ver a Draco y este me miró contestando una pregunta inexistente.

—Ella no va a ir con nosotros. Tiene asuntos que atender —

Yo asentí y me metí junto con él, y este fue el que dijo "Santi justicia"


Se sintió completamente diferente que aquella vez. Ahora no hubo mareo ni rostros distorsionados. Ya me sabia el camino. Ya me sabía las preguntas de los periodistas y ellos ya tenían algunas respuestas. Así que no me molestaban mucho. Mientras pasábamos, pude ver mi reflejo en algunos cristales, me veía más fuerte. Porque lo estoy.

Draco también tiene ese gesto sobreprotector. No comprendo si es acaso parte del orgullo del hombre hacer eso, pero, es un poco abrumador a veces.

MAGIA ENTRE LETRAS {HARRY POTTER Y TU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora