EL ATENTADO P1

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4 de diciembre.

RAYITA

"Harry me lleva de la mano y comenzamos a bailar. Es nuestra canción, la canción de los tontos enamorados. Me toma de la cintura y me da vueltas por el aire. Él ríe, ríe como nunca lo había visto antes. Nunca tan feliz.

—¡_____! —dime mientras me gira y de repente me coloca en el suelo otra vez —¿Qué haces? —

Su rostro cambia de felicidad a duda y de súbitamente se detiene.

—¿de que hablas Harry? no estoy haciendo nada—

—¡_____! ¡_____! ¿Dónde estás? —

Tiene la mirada perdida y no se da cuenta de que estoy parada enfrente de él. De pronto, ya no es Harry frente a mí, sino Draco, con la misma mirada de preocupación. Él me toma por los hombros y mira todo alrededor, como buscando algo o esperando a que alguien aparezca.

—¡_______ tienes que correr! —no deja de mirar hacia todos lados —¿me oyes? ¡______ corre!"





Mis ojos pesan al abrirse, sigo todavía entre el sueño y la realidad. Creo que he dormido en mala posición, porque me duele un poco el hombro izquierdo. El sonido de la tetera no deja que el sueño me gane otra vez. He holgazaneado un poco estos últimos días que no quiero salir y ver el mundo.

Me he sentido vacía y sin propósito. Solo espero que malfoy tenga algo bueno que publicar, así por lo menos, me distraeré un poco por unos días. Aquí ya pasan de las nueve, debo ducharme y desayunar rápido ya que la reunión de hoy es en la oficina de la calle Oxford y no en casa de Malfoy. Así que, lo quiera o no, tengo que andar en el Londres muggle.

Nada me pasa esta mañana. He tenido agruras estos últimos días. Mis hábitos alimenticios también han decaído un poco. Y casi no desayuno. Lo que me ha causado mareos. Pero al igual que las ultimas mañanas de esta semana, no voy a comer tan temprano. Sin embrago, unas calles antes de llegar a la oficina, se me cruzan unos pastelillos a los cuales no les puedo decir que no.





No fue tan difícil encontrarme con Malfoy al llegar. Parecía muy ocupado, no había rastros de Theo por ninguna parte, ni qué decir de su secretaria. Sé que Pansy andaba por ahí, vi su falsa cabellera rubia en el camino.

—¡ah, _____! ¡qué bueno que llegas! —exclamó el rubio

—¿Dónde está todo el mundo? —

No es como si este lugar destaque por la lucidez de su gente, pero parece no más que un cascaron hueco.

—¡eso mismo me pregunto yo! Esta mujer no ha venido en dos días —dijo señalando el lugar de su secretaria —no me ha mandado ni una nota. Solo espero que no esté enferma.

"Pansy dijo que bajaría en un rato a ayudarnos. Al menos sé que Theodore ya está instalado en América de nuevo. Así que, por el momento, solo estamos nosotros —

Se me queda viendo un momento y gira la cabeza un poco.

—¿te hiciste algo diferente? —me preguntó

MAGIA ENTRE LETRAS {HARRY POTTER Y TU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora