Entre los colmillos de los Bartholy (IV). Helena.

Capitulo 78 - Reunidos

Me despierto cuando escucho golpes en la puerta. Me incorporo en la cama con la espalda en el cabecero y con la manta cubriendo mi cuerpo y quito la barrera para que se pueda abrir la puerta.

_¡Helena! ¿Estás bien?

Yo aun estoy somnolienta y miro desconcertada la escena. Ante mí está Conor, Izak, Takato y algunos hombres más que no conozco.

_Claro que estoy bien, estaba demasiado bien, de hecho, ¿qué ocurre?

_Es que iba a entrar para llamarte y no podía, ni con toda la fuerza que usase era suficiente, incluso el señor lo intentó.

_Os agradezco la preocupación, pero ha sido cosa mía. 

_¿Cómo?

_Takato, te agradezco la preocupación, pero no podía echarme a dormir sin más sabiendo que cualquiera podría entrar. Evidentemente tomé precauciones.

Conor me observa con intriga pero tranquilo, y Takato e Izak parecen que se van relajando. Vaya panda de vampiros histéricos...

_¿Queríais algo?

_Si no te importa, tendremos una reunión en una hora, y me gustaría que asistieras. Estarán otras personas y podré revelarte el motivo de nuestro encuentro.

_Claro, allí estaré. Si salen de la habitación podré vestirme.

Conor se acerca a mí ligeramente y veo que se pone a oler el ambiente y la zona de la cama. Luego me mira levantando una ceja y yo le guiño un ojo. Seguro que huele a Dante, pero me da igual, ya le avisé que comería por mi cuenta. No sé por qué, me da la impresión que está molesto. Cuando todos se van, cierran la puerta pero Izak está dentro.

_¿No sales?

_Me temo que el señor me ha dicho que me quede dentro, no quiere más visitas sorpresa.

Se me está ocurriendo que voy a hacer enojar un poco a Conor... Parece que es celoso...

_Helena, en el armario tienes ropa limpia.

_Gracias, voy a ver.

Me pongo a ver y todo es o muy largo y tapado o bastante corto y sensual. Veo que también hay un vestido ceñido y largo, con unas grandes aberturas laterales que muestran mis piernas hasta la mitad del muslo, con motivos orientales en un bonito color blanco. Para completar el vestido, creo de la nada dos palillos de hielo para recogerme el pelo, en cuyos extremos aparece una cabeza de lobo y en el otro un copo de nieve con todo detalle. Son de una belleza exquisita y muy delicados pero fuertes a la vez. Cojo unos tacones color dorado de tacon alto y listo. El palacio tiene calefacción, así que supongo no pasaré frío aunque fuera esté todo nevado.

Cuando me cambio de ropa en el baño, recojo mi larga melena dejando algunos mechones sueltos y me maquillo con el maquillaje que hay allí preparado, estoy lista. Mi maquillaje es muy sutil, sombra de ojos blanca con brillos, máscara de pestaña y brillo de labios con un delicado color rosa. Al salir veo que Izak está mirando para el lado contrario para no verme.

_Ya estoy castañito sexy, ¿me llevas?

Izak me mira y se queda sorprendido. Se que mi lado vampírico junto al de ninfa me hace irresistible y veo que se sonroja.

_Por supuesto Helena, permíteme guiarte.

Izak abre la puerta, y espera que yo salga para cerrarla. Me lleva por varios pasillos, los cuales están desiertos, y bajamos un piso hasta llegar a una puerta donde se oyen voces. Izak llama a la puerta y abre.

_Señor, Helena se encuentra aquí.

_Pasa, por favor.

Yo entro en la sala y todos me miran de arriba a abajo, incluido Conor. Allí que yo conozca, aparte de Conor, se encuentra Zaok. Ahora Conor viste de chaqueta y se le ve mucho más serio que antes. Zaok se acerca a mí y me coge la mano.