Capítulo 10 - Leo

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Me mira serio a los ojos, con sus ojos rojos aún, me coge en brazos y en un momento estamos en el bosque. Me suelta sin dejar de mirarme y me vuelve a besar, pero ahora muy distinto al de antes. Este beso es más pausado, saborea mis labios, los acaricia con los suyos, con su lengua... Tiene su manos en mi cara, la cual acaricia con su pulgar mientras me besa y con su otro brazo me coge por mi cintura.

Empieza a besarme con más urgencia y pasión, profundizando su beso y pide acceso con su lengua. Ahora mismo estoy que me derrito... Es un beso muy distinto al de Erik, Leo es muy intenso y pasional, pero Erik es más salvaje... Él baja sus besos por mi cuello, y noto como salen sus colmillos.

_Leo por favor... No me muerdas... _digo separándome de él y mirándolo suplicante.

_Helena, tranquila, nunca lo haría si no quieres... Pero una duda, ¿no te han mordido nunca?

_La verdad es que no... No sé qué se siente.

_¿Has mordido a alguien sin hipnotizarlo?

_Claro que no, ¿quién iba a dejarme hacerlo?

_Helena, ¿has tenido novio? _me pregunta suavemente acariciando mi cara.

Una gran vergüenza repentina recorre mi cuerpo, se que es lo que está queriendo preguntar... Y no me apetece hablar de ello...

_¿Y eso a ti que te importa? _le digo molesta.

_No tienes que contarme tu vida, era solo curiosidad. Por cierto, ¿te gustaría morderme?_me acabo de quedar cortada.

_¿Por qué ibas a dejar que te muerda?  _le pregunto extrañada.

_Por placer, evidentemente. Vamos... Muérdeme...

Yo me acerco poco a poco a su cuello, y el ladea un poco su cabeza para hacerme espacio. Me dispongo a oler su cuello y veo cómo su piel se eriza a mi contacto. Saco mis colmillos y muerdo suavemente su cuello. En ese momento suelta un gemido de placer, y al oírlo y beber de él me siento muy excitada. Pegamos nuestros cuerpos mientras sigo bebiendo de él muy despacio. El gime durante todo el momento que dura mi mordida. Me separo poco a poco de él, y ambos tenemos los ojos rojos y los colmillos fuera.

_Ha sido increíble... _me dice suave besando mis labios.

_Lo mismo digo... Nunca había sentido algo así al morder a alguien... Y he de decir que tu sangre es muy distinta...

_Quiero que sepas que puedes morderme siempre que quieras...

_Leo...

_¿Si?

_Muérdeme...

_Lo estaba deseando rubita...

El se acerca a mi y me muerde. Yo gimo fuertemente por el placer que me produce... Me coge entre sus brazos y creo que es lo que impide que me caiga al suelo, ya que mis piernas están flojas al dejarme llevar. Según gimo, me aprieta más contra él. Poco a poco, me coge para ir tumbándome en el suelo. Luego se suelta de mi y empieza a besarme y a tocar mi cuerpo. Él está tumbado a mi lado. Estoy muy nerviosa ahora mismo.

_Leo... Yo...

_Tranquila... Lo sé... _¿como que lo sabe?

_Pero...

_Shh...no te preocupes por nada... Sólo déjate llevar, tendré mucho cuidado...

El sigue besando mi cuerpo y empieza a desabrochar mi camisa mientras me besa. Pasa su mano por mi pecho acariciándolo y luego va bajando su mano por encima de mi falda y acaricia mis muslos. Yo empiezo a estar incómoda.

_Tranquila Helena... Sólo quiero que disfrutes, podemos parar cuando quieras...

El mete su mano bajo mi falda y me acaricia sobre mí ropa interior. Yo empiezo a gemir suavemente mientras sigue besándome. Mete su mano en mi ropa interior y me acaricia haciéndome sentir cosas que no he sentido nunca... Es increíble...

Gimo cada vez más fuerte, y creo que estoy cerca de llegar a lo que se supone es un orgasmo. Cuando voy a llegar, él vuelve a morderme y me hace gritar de placer....

_¡Leo!...

_Eso es preciosa... Grita mi nombre...

Tras esto, saca su mano y baja mis braguitas hasta quitarlas completamente. Él se pone sobre mi y su mano vuelve a acariciarme.

_Leo

_Dime preciosa...

_¿Que sientes por mí?

_Pues me gustas mucho...

_Si te acuestas conmigo, ¿te acostarás con otras chicas?

_Depende de ti... ¿Quieres que lo haga?

_Claro que no...

_Pues tus deseos son órdenes...

Me dice mientras se posiciona sobre mi. No sé por qué, pero hay algo que me incomoda mucho.

_Leo, para.

_Tranquila princesa, ¿que te ocurre?

_No estoy lista... No puedo...

_Claro que si, solo tienes que relajarte un poco... No haré nada hasta que tu me lo digas. No hay prisa ninguna.

_Es que... Tengo miedo...

_Yo estoy a tu lado princesa, no tienes de qué temer... _y empieza a besarme de nuevo.

_No, lo siento, no puedo... _digo levantándome y colocándome mi ropa interior y abrochando mi camisa.

_¿He hecho algo mal?

_No... Supongo... Pero no quiero que mi primera vez sea así... _digo apenada. _No me encuentro cómoda en medio del bosque, podría vernos cualquiera.

_Tranquila... Yo estaré aquí para cuando quieras... Vamos... Te debo una cena...

En ese momento, escucho como hay una voz que se mete en la cabeza de Leo.

_Vaya hermanito... Veo que te han dado calabazas... Lo siento pero has perdido la apuesta... La próxima vez me acercaré yo y te aseguro que no se me resistirá...

_No seas estúpido... Ella nunca se fijaría en tí... Además, me ha dejado morderla y ha sido increíble... La próxima vez no se me resistirá...

Sin decir nada, con mi velocidad vampírica desaparezco de allí. Sin darme cuenta, en mi camino tropiezo con Sebastian. No lo he visto porque mis ojos están llenos de lágrimas.

_Helena, ¿que te ocurre?

Yo solo me abrazo a él y empiezo a llorar...

_¿Te han hecho algo? _A lo que asiento con mi cabeza. _¿Que ha pasado? 

Me pregunta muy serio, y yo le cuento  como me ha engañado Leo, y como se había apostado con su hermano a que se acostaría antes que él conmigo.

_Por favor... No digas nada de esto a mis padres...

_Tranquila... _me dice mientras me abraza. _Vamos, te dejo en casa, tengo una reunión.

Entre los colmillos de los Bartholy (IV). Helena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora