Entre los colmillos de los Bartholy (IV). Helena.

Capítulo 62 - Desconfianza

Estamos en la cama descansando, y no paro de darle vueltas a cómo se lo voy a decir a Erik... Seguro estalla como un loco...

_Mi Luna... Te veo muy seria. ¿Va todo bien?

_Bueno, ¿recuerda que tengo poderes sin desarrollar?

_Si.

_Pues he visto el futuro, y me han mostrado algo que debo hacer.

_¿En serio? _dice impresionado. _¿El qué?

Yo simplemente cojo y le muestro la visión, será más fácil que intentar explicarlo y como hemos quedado mamá, Eneas y yo en repartirnos los vampiros. Cuando acabo de enseñárselo me mira serio con los ojos rojos.

_¿Eiden y Marco? ¿No podían ser las chicas?

_Como has visto, Lorie no quería morderme a mi, y Eva está enamorada de Eneas. Mi madre no puede aguantar a tanta gente. Además, técnicamente no sabemos si lo de mi hermano funcionará.

_Entonces déjame que te marque.

_No, solo lo quieres hacer para controlarme, no por amor. Y sabes de sobra que no soy un ganado que puedas marcar.

Digo incorporada en la cama. Erik se levanta hecho una furia y le da un puñetazo a la pared.

_¡JODER HELENA!

_Erik, he vuelto contigo, porque te quiero. Además, si estamos conectados nos puede hacer débiles en la batalla. Pueden ir a por ti para debilitarme o al contrario.

_Sólo lo dices para tener una excusa y seguir acostándote con Marco cuando te muerda y yo no pueda enterarme _me dice serio y sin cambiar el color de sus ojos.

_¡ERES UN ESTÚPIDO LOBO IDIOTA Y CELOSO, QUE NO ES CAPAZ DE CAMBIAR! ¿CÓMO SE TE OCURRE PENSAR QUE ES POR ESO?

Erik esta en su sitio sin moverse mientras expreso mi frustración.

_No me puedo creer que me hayas dicho eso... _digo ahora en voz baja y con las lágrimas en los ojos.

_Mi Luna, perdóname... Yo no quería...

_Déjalo... Está claro que nunca cambiaras... Acabo de llegar y ya me cuestionas, no te fías de mi y me haces llorar... ¿Sabes? Eres el único de los tres que me lastima y me hace sufrir, y yo como una imbécil vengo corriendo a tus brazos.

Empiezo a vestirme con rapidez y lágrimas en mis ojos mientras hablo para mi misma.

_Estúpida... Eres una estúpida...

Erik se abalanza sobre mí y me aprieta entre sus brazos. No puedo evitar oler su aroma...

_Mi Luna no llores más, me parte el corazón verte así... El único estúpido aquí soy yo, y mis malditos celos... Pero eres tan perfecta... No quiero perderte, por favor...

Me dice mientras aspira el aroma de mi cuello.

_Necesito estar sola, voy a dar un paseo.

Me suelto de sus brazos y no le da tiempo de decir nada cuando ya no estoy allí. Me dirijo al lago, en ese lugar siempre puedo relajarme y pensar. Descalzo mis zapatos y creo un banco de agua en la orilla y me. Siento en él para mojar mis pies en el lago.

NARRA ERIK

No me puedo creer que acaba de volver conmigo y ya la he hecho llorar... Soy un estúpido... Pero es que sólo de pensar en ese chupa sangre mordiéndola... Me pone enfermo....

Me visto y voy en dirección al lago con la esperanza de encontrarla allí, se que le gusta pensar en ese sitio. Voy corriendo, ya que no está muy lejos. Me llega el aroma de Helena... Al menos sé que está allí, pero también huelo a... Adam.

Que hará ese estúpido con mi Luna... Más le vale que no le ponga un dedo encima o le arranco la mano... Me mantengo a una distancia prudente, sin hacer ruído y con el viento de frente para que no me huelan y poder escucharlos.

_Vamos Luna... No llore más... El alpha la quiere mucho, sólo que tiene un carácter fuerte.

_Adam, sé que intentas animarme, pero no hace ni un día que hemos vuelto y ya no confía en mí... No sé qué hacer respecto a nosotros... Quizás debería dejarlo... Se ve que lo nuestro es tóxico...

_No diga eso Luna... Hacen una pareja preciosa. Además, ¿por qué ha rechazado a todos los pretendientes para estar con él a pesar de todo? Y he de decir, que no son pocos... Nos tiene a Marco, a mi y a tu amante. Y ni que decir de un par de humanos... Está hecha una rompe corazones...

_Pero ellos no me interesan... Es verdad que por Marco siento algo importante, pero no es lo que siento por Erik. Sin embargo cuando con... Nada, déjalo.

_¿Con quién Luna?

_Con él, es todo tan fácil... Tengo libertad, seguridad... Sería tan fácil si lo quisiera a él como a Erik...

Me acerco poco a poco, estoy muy feliz por escuchar cuanto me quiere, aunque me muero de ganas de saber quien es él, que la hace sentir tan especial y a gusto. Ambos me sienten llegar y Adam se pone en pie.

_Os dejo solos Luna, si necesita algo sólo tiene que llamarme.

_Gracias Adam.

Yo le hago un gesto con la cabeza para agradecerle. Parece que son buenos amigos. Yo me acerco a Helena y delante suya me arrodillo cogiendo sus manos y llevándolas a mi boca para besarla.

_Mi Luna, mi amor, mi vida. No sabes cuánto te amo, lo daría todo por ti. Por favor, te pido una vez más que me perdones... Por favor...

Ella sin decir nada, se arrodilla delante de mí y se aferra a mi cuello empezando a llorar. Yo la abrazo con fuerza y beso su cabeza mientras la acarició. Me siento tan mal por hacerle daño... 

_Ya está mi Luna... no merezco que llores más por mí...

_Te quiero tanto Erik...

_Lo sé, he escuchado tu conversación con Adam, y estoy profundamente agradecido de que me hayas elegido a mí. Tu eres también lo que más quiero en el mundo, mi hermosa Luna. 

Ella se pone a besarme mientras noto su cara mojada por las lágrimas. Yo la beso con devoción, y escucho su corazón  que se acelera cuando la beso. De pronto siento que no tengo la firmeza del suelo bajo mí y es que Helena ha creado una capa de agua bajo nosotros y estamos levitando sobre el lago. Llegamos al centro y el agua se abre a nuestros pies, y entramos en sus profundidades mientras el agua nos rodea como una cúpula. Estamos como en una esfera de agua plana en su base y de color morado brillante.

_Mi amor... es increíble... es hermoso como tú...

_Es hermoso como mi lobito...

Yo a diferencia de otras veces le hago el amor despacio, con mucho cariño. Quiero que no solo se sienta deseada, sino querida. La toco como si del objeto más delicado del mundo se tratara. 

_Mi dulce Helena... soy todo tuyo... muérdeme...

Ella al escuchar esas palabras se transforma, pero en esta ocasión se transforma por completo. Es una visión realmente hermosa. En mis ojos se pueden notar el brillo de deseo y admiración que siento de que un ser tan maravilloso como ella me haya elegido a mí.

_Erik... puedo oír tus pensamientos, y claro que te eligiría, eres la persona con quien más deseo estar.

_Gracias mi Luna... _digo mientras una pequeña lágrima sale de mí por sus palabras y la emoción del momento.

_Erik, soy tuya, muérdeme...

_No puedo ser más feliz mi Luna, pero no voy a hacerlo, quiero que veas que confío en tí sin necesidad de ninguna marca.

_Gracias... _me dice soltando algunas lágrimas de emoción.

Creo que es lo que debía decir, quiero que sepa que confío en ella. Y tras esto nos volvemos a dejar llevar por nuestros deseos.