Entre los colmillos de los Bartholy (IV). Helena.

Capítulo 83 - ¿Aceptarme o no?

NARRA HELENA

Mamá y yo vamos hacia el lago. Llegamos y ambas vamos en silencio, supongo que aún estará en shock por todo lo que le he contado, sé que fue muy duro lo que pasó con Viktor... Y saber ahora que llevo su sangre...

_Mamá...

Le digo parando me en seco y mirándola a los ojos.

_Dime cariño.

_¿Sientes odio o asco por llevar la sangre de él? _digo apenada.

_Claro que no mi amor _dice mientras me abraza _tú no tienes nada que ver con ese asqueroso ser...

_Gracias...

Llegamos al lago y llamamos a la abuela, pero no aparece. Yo noto el lugar un poco raro... Hay algo diferente...

_Mamá, súbete a mi espalda, tenemos que irnos, rápido.

Mi madre sin decir nada, se sube y salimos de allí corriendo hacia la mansión. Llegamos y están todos allí. Al parecer Erik y Conor ya les han puesto al día.

_Mi amor...

Me dice Erik mientras viene y me coge entre sus brazos y me besa. Mi madre sé que está incómoda al ver a Drogo y Peter juntos. Joder... Se está complicando todo...

_Erik... Sujét...

No me da tiempo a terminar la frase cuando siento que me desmayo. Escucho la voz de Erik al fondo, pero estoy en otro sitio... Es como una celda, y veo a Dante con unas cadenas y grilletes al rededor de sus muñecas y su cuello.

_¡Dante!

Me acerco corriendo pero no lo puedo tocar. ¿Es esto una visión? Que extraño... Sigo observando y veo como Henry está delante de él, maldito bastardo...

_Hermanito... Pronto tu reina será mía...

_Ella jamás se dejará atrapar por ti... _dice con asco.

_Seguro que vendrá a rescatarte...

_Como si pudiera venir...

_Eso déjamelo a mi...

_Zaok... Maldito traidor... Si padre se enterara de esto...

_Padre está ocupado con sus distracciones, no se preocupa por nosotros, pero tranquilo, no te mataremos, mejor te haremos sufrir por toda la eternidad... _dice entre risas malévolas.

De pronto vuelvo a ver todo negro. Para ver una luz al fondo. Voy hacia allí y llego un lugar que es blanco resplandeciente y con sonido de agua.

_Mi dulce Helena...

_Abuela... ¿Qué hago aquí? ¿Tu me has enseñado lo de antes?

_Eso es parte de tu poder, yo solo he aprovechado para hablar contigo ya que antes no pude.

_Lo sé, también lo percibí.

_Helena, debes de decidir si aceptas tu parte demoníaca o no, pero quiero que sepas que tanto una decisión como otra tendrá consecuencias.

_¿Cuáles?

_Mi niña, no puedo revelarlo todo, no me está permitido.

_Pero... ¿Si acepto esa parte, me volveré distinta?

_Cariño, tú eres como eres, por eso no te preocupes. Solo tienes que aceptarte tal y como eres _me dice con un guiño.

Supongo que esa es su manera indirecta de decirme que lo haga. Escucho la voz de Erik que no deja de llamarme.