Entre los colmillos de los Bartholy (IV). Helena.

Capítulo 79 - Desafío

Al salir hace bastante frío, así que cojo un abrigo que hay en el armario de entrada y creo una superficie de agua por la que caminar sin helar mis pies con la nieve. No siento el frío como un humano, pero no soy inmune. Me voy hacia el bosque y de un salto me siento en una rama de un árbol que no está demasiado alta y me recuesto en ella. Al poco aparece el lobo negro.

_Hola de nuevo, ¿me vas a decir quién eres?

Pero el lobo se limita a mirarme sin decir nada y se marcha. Noto como se acerca la presencia de Cheis.

_Luna, ¿te encuentras bien?

_Si, sólo necesito estar tranquila.

_Perdona si te molesto.

_No, tranquilo.

Yo con creo una plataforma bajo sus pies y lo elevo para que se siente a mi lado.

_¿Cuál es tu verdadero nombre?

_Onodera, pero no se lo diga a nadie. Sólo muestro mi nombre entre lobos.

_Así será. Oye, supongo que vosotros tendréis una forma de luchar peculiar, ¿no?

_Lo hacemos desde la tradición japonesa, y dominamos la katana.

_¿En serio? ¿Me daríais unas lecciones?

_Con mucho gusto. En la mañana vendré a recogerla y la llevaré a la manada. Póngase ropa cómoda.

_Una duda, ¿tienes a tu Luna ya?

_No, pero se que está muy próxima.

_En ese caso...

Yo quito mis palillos del pelo, y hago que la forma del lobo sea igual que él, y en el otro transformo el copo en una Luna creciente.

_Toma, para que se lo regales a tu Luna cuando la encuentres. Son de hielo, pero no se derretirán ni se romperán.

_Esto es demasiado... No puedo aceptarlo...

_Claro que sí... Además, es en agradecimiento por no atacarme a mi llegada.

_Lo guardaré como un tesoro.

_¿Te importa si mañana viene conmigo Erik?

_¿Está aquí?

_No, pero lo estará.

_Para nosotros será un honor. Y acepten comer con nosotros.

_Así lo haremos, gracias. Voy a volver antes de que mande a buscarme a todos los vampiros a su alcance... Nos vemos mañana.

Bajamos de un salto y nos despedimos. Voy al palacio y voy a buscar a Conor, el cual está en su despacho. Llamo a la puerta y me abre.

_Pensaba que ya no vendrías.

_¿Por qué haría eso?

_Por la ofensa de Zaok. Estás realmente bien informada.

_Recuerda que no me fío de nadie...

_Helena, ¿te apetece hacer algo mañana?

_Mañana por la mañana iré a la manada de Cheis y comeré con ellos. Pero por la tarde estoy libre. Y he de decirte, que al anochecer volveré a mi casa.

_Lamento que estés poco tiempo, hacía tiempo que no me relacionaba con alguien distinto.

_Me gustaría invitarte a mi casa, ya que estas en paz con los lobos.

_Me encantaría _dice mirándome a los ojos. _Helena, bésame _dice con los ojos rojos.

_¿Éstas loco?