Capítulo 19 - Cambiar palabras

714 29 1
                                    

Narra Laura:

¿Escuche bien o dijo que la chica que tanto quería era yo? Decime que estoy soñando. Me pellizco en el brazo varias veces, pero siento dolor. Entonces es verdad, no es un sueño, Ross Lynch me dijo que gustaba de mí. ¡Yo! No había otra persona alrededor nuestro. Simplemente yo. Nadie más que yo.

Laura: ¿Yo? – todavía no caiga.

Ross: Vos… – haciendo una pausa – No sos.

Laura: ¡Que! - ¿Dijo que yo no era esa chica? - ¡Me estas tomando el pelo! – enojada. Desilusionada. Molesta. Furiosa. De todo un poco - ¡Sabes que, matate! – yéndome corriendo, para que no me siguiera. Escuchaba que me llamaba, pero no me detuve en ningún momento, hasta que no lo oí más. Entonces deje de correr, porque me estaba cansando y me dispuse a caminar. Luego de algunos minutos, llegue al departamento de Ross. Había algunas fans esperándolo. En cuando me vieron a mí sola. Me preguntaron a donde estaba él. Le dije que se quedo un rato con la mamá y que yo hoy me iba de su casa. Toque el timbre y me atendió Nina. La única que estaba. Le dije que venía a buscar mis cosas y me dejo pasar. Subí al ascensor. Después salí de ahí y toque de nuevo el timbre para que me abra. La salude y fui directo al cuarto de Ross a guardar todo en mi valija. Como no era muchas cosas, hice bastante rápido. Luego de terminar, mire para ver si me faltaba poner algo, pero no, ya tenía todo.

Laura: Me voy Nina. Un gusto en conocerte y ame tus comidas – sonriéndole.

Nina: ¡Qué bueno que te hayan gustado! – contenta – Adiós Laura. Nos vemos pronto – abrazándome – Cuídate.

Laura: Si. Igual – despidiéndome – Adiós Nina – yéndome de nuevo por el ascensor hacia la salida. Cuando abro la puerta principal para irme, me encuentro con alguien.

Narra Ross:

Me quede mal por lo que le dije a Laura. No sé porque le dije que ella no era. ¡Malditos nervios! Volví a donde estaba mi mamá. Le explique que Laura se iba de mi casa porque habían llegado los padres, por eso se fue así. Porque los extrañaba y quería verlos. O sea que, le mentí un poco. No quería contarle que me gustaba. Que estaba totalmente enamorado de ella. Porque si no, me preguntaría mil cosas y no tengo ganas de contestárselas. Pago mi mamá y nos fuimos a mi auto. Subimos y arranque. Espero llegar antes de que se vaya Laura de mi casa. Quiero hablar con ella y decirle la verdad, para no confundirla más. Llegue. Bajamos. Puse la alarma. Firme algunos autógrafos y me saque fotos. En cuando abro la puerta para entrar al edificio, me encuentro con Laura. Sonríe al verla. Pero ella estaba fría y enojada conmigo. La entendía. Mi mamá la saludo y se fue arriba, porque quería descansar. Yo empuje a Laura para que se meta adentro del edificio para hablar con ella.

Laura: ¡Que pasa Ross! – mirándome molesta.

Ross: Lo siento por lo que te dije antes.

Laura: ¡No hace falta, ya entendí, amas a otra chica, ya ni me interesa saber quién es! – pasando por al lado mío para irse.

Ross: ¡Espera! – tomándola de la muñeca.

Laura: ¡No puedo esperar! – enojada - ¡No te quiero ver más, pero sé que todavía tenés que filmar en mi casa! – furiosa – Pero si me ves, ni me saludes y ni me hables. ¿Estamos?

Ross: Pero…

Laura: ¿Estamos o no?

Ross: Si.

Laura: ¡Bien, ahora sí, adiós para siempre! – yéndose.

La vi alejarse de mí. De mi vida. No podía hacer más nada. Ella no quería ni hablar conmigo. Como iba a hacer para decirle la verdad. No me quería ni ver. Estoy mal. Triste. Mi corazón está quieto, ya no acelera como antes. Subí para arriba. Abrí la puerta. Se acerco Nina a abrazarme, porque enseguida que me vio, supo que me pasaba. Empecé a llorar. Había perdido a Laura. Había perdido al amor de mi vida.

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora