Un amor de fama

Capítulo 42 - Entre vida y muerte

Narra Ross:

Abrí mis ojos, me dolían un poco, sentía que me pesaban y no sé por qué. Intente sentarme en la cama, pero no pude, me di cuenta que no estaba en mi cama, ni en la de Laura, si no en una como en los hospitales. ¡Espere! Estaba en un hospital. ¿Qué me paso? No recordaba nada. Me dolía mucho la cabeza y la espalda. Quería llamar a la enfermera o a Laura pero no me salía la voz.

De repente, abren la puerta de la habitación, miro y era April. ¿April? Ahí me acorde de que nos había secuestrado junto con Emily y dos chicos más. Enseguida me acorde de Laura, mi Laura. ¿Dónde estará? Se acerca hacia mí y saca de su campera una pistola, me apunta en la cabeza.

En eso, se me borra toda esa escena y aparezco en otra, pero solamente escucho voces, mis ojos están cerrados y no los puedo abrir. Oigo que dicen que me tienen que operar, sacar la bala que me dispararon en la espalda. Todavía sentía que respiraba pero muy lentamente, me pusieron una mascarilla con oxigeno, mientras me operaban.

Narra Laura:

Estaba en el hospital, sentada en una silla de la sala de espera. No sabía lo que pasaba adentro del quirófano, espero que la bala no haya perforado ningún órgano y que salga todo bien.

Dicen que a Emily y a los dos chicos lo llevaron a una cárcel con más seguridad, pero a April no la encontraron, cuando disparo y se dio cuenta que se lo dio a Ross, se quedo inmóvil, pero enseguida reacciono cuando apareció la policía, se metió por detrás de la casa y salto a la otra casa. Todavía no la encontraron, pero dejo el arma en el suelo. Yo tuve que ir con Ross adentro de la ambulancia mientras llamaba a sus padres y a los míos, también a Nina, Calum y a Raini. En cuando llegue al hospital, ellos ya estaban esperándome afuera. Baje corriendo a abrazar a todos, a Ross lo llevaron en una camilla directamente hacia el quirófano. Todavía no sabemos nada de él, nada más nos dijeron que esperáramos acá. Todos nerviosos, ansiosos y con lágrimas en los ojos.

Narra Ross:

Otra vez aparecí, pero esta vez estaba en un lugar todo blanco, vestido de blanco, había algunas personas que pasaban, también de blanco, pero cuando les hablaba no me escuchaban o no me veían.

Xxx: Ross por acá.

Empecé a escuchar una voz femenina que me llamaba, no sabía de dónde ni cómo me conocía, pero se oía muy cerca de donde yo estaba.

Ross: ¿Quién sos?

Xxx: Ross acércate.

Solo seguí caminando, persiguiendo la voz que me llamaba. Tenía mucho curiosidad de saber quién era y porque me llamaba. Hasta que vi una sombra de una chica, no era tal alta y el pelo le llegaba por los hombros, a los costados tenia alas. Entonces ahí me di cuenta de todo, ella era un ángel y yo también.

Ross: Hola. ¿Quién sos? – preguntándole. Ella solo me sonrió - ¿Cómo me conoces?

Xxx: ¿Ross Lynch?

Ross: Si, soy yo.

Xxx: Perfecto. ¿Estás listo?

Ross: ¿Para qué?

Xxx: Como para que Lynch – diciéndolo como algo obvio que tenía que saber – Si estás listo para volver. ¿Lo estás?

Ross: ¿A dónde?

Xxx: Ay Ross, estamos en el cielo, bienvenido.

Ross: ¿¡Que!? – en shock. ¿Estoy en el cielo? ¿Morí? ¡No puede ser! ¿Cómo paso? No entendía nada.