Capítulo 68 - Nuestras vidas en juego

241 16 0
                                    

Narra Laura:

Solo escuchaba un sonido, como "pi pi", no sabía lo que estaba pasando, solo escuchaba ese maldito sonido. Más tarde empiezo a oír la voz de alguien, no sé quién era, no podía ver nada, luego vino otra voz, esta vez de una chica.

Xxx: Esta paciente está en buen estado por ahora.

Xxx: ¿Y el otro?

Xxx: No lo sé.

Xxx: Anda a fijarte y me avisa.

Xxx: Está bien doctor.

Eso fue todo lo que escuche, creo que hablaban de mí y de alguien más, yo por suerte estaba bien o eso dijeron, pero la otra persona, no lo sabían. Además la chica le dijo "doctor", o sea que estoy... ¿en un hospital? ¿Por qué? ¿Qué me paso? Ni me acordaba de nada, espero mejorarme y poder despertar de una vez.

Rato después vuelve a entrar la misma chica, lo sabía por la voz, era la misma.

Doctor: ¿Cómo está el otro paciente?

Enfermera: Recién se despertó. No se acuerda de lo que paso, pero solo dice un nombre.

Doctor: ¿Qué nombre?

Enfermera: Laura.

Doctor: Es ella – creo que me estaba señalando a mí – Es su esposa.

Enfermera: Ahora le aviso que su esposa está recuperándose.

Doctor: Si se despierta.

¿Yo? ¿Esposa de un chico que ni conocía? ¡Espera! No me acuerdo haberme casado ni nada. ¿Cuándo paso todo eso? Además, ¿Cuándo despertaría? ¡Ya quería despertar!

Narra Ross:

Todo el tiempo decía ¿Dónde está mi Laura? ¿Si se encontraba bien? ¿Por qué no me decían nada de ella? Estaba desesperado por saber y nadie me decía nada. Hasta que vino una enfermera a revisarme, para ver como seguía y me dijo que Laura estaba en otra habitación, que estaba bien pero todavía no despertaba. Espero que lo haga pronto, muero si le llega a pasar algo. Es toda mi culpa, o eso creo, me acuerdo de partes pero no de todo lo que paso, solo que fuimos a comer a un lindo restaurante y luego de que subimos al auto, me llega un mensaje de Dan y aprieto para ver lo que decía pero Laura me dice que tenga cuidado y ahí miro para delante y tengo a otro auto que venía de costado, quiero frenar y no para, entonces chocamos, y ya no me acuerdo más nada, solo que cuando despierto, ya estaba en el hospital, en esta camilla, en esta habitación y sin Laura. Quería tenerla, abrazarla, besarla, decirle cuanto la amo y llevarla conmigo a nuestra casa.

Ross: ¿Cuándo despertara?

Enfermera: No lo sé. Cuando ella quiera.

Ross: ¿No se puede hacer algo para que despierte?

Enfermera: No, solo esperar.

Ross: ¿Segura que despertara?

Enfermera: No te voy a mentir, no sé lo que puede pasar, espero que lo haga.

Ross: ¡Quiero verla! ¡Necesito verla! – levantándome de golpe.

Enfermera: Usted no se puede levantar, tiene que descansar, sufrió un accidente grave.

Ross: ¡Pero es mi esposa, necesito verla! – desesperado.

Enfermera: No puedo dejarlo ir, lo siento – yéndose.

¡A mí nadie me dice que hacer y que no! Quería verla, no aguantaba ni un segundo más acá, así que en cuanto se fue la enfermera, me levante despacio, ya sé que había una camarita para vigilarte, pero en el baño no, así que me hice que iba al baño y justo había una ventanita, entraba perfecto, primero cerré con cerrojo así creían que estaba ahí, luego me subí despacio por la ventana, aun me dolía la cabeza y los brazos, pero con todo lo que me dieron no me dolía tanto. Una vez que salí de ahí, camine por un pasillo largo, no sabía en qué habitación se encontraba mi Laura, pero lo averiguaría de una manera u otra. Ahora tendría que ver como lo haría. ¡Lo tengo! Fui hacia un cambiador, donde se cambian los enfermeros, así que agarre un traje y me lo puse, ya estaba listo, salí del cambiador y me fui a preguntar a receptoría donde estaba la paciente Laura.

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora