Capítulo 36 - Empiezan los problemas

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Al otro día.

Narra Ross:

Estaba sentado en una silla. Con algunas personas que también estaban sentadas en otras sillas. Escuchando a una señora que era la que atendía nuestros problemas. Su nombre era Anabel. Tenía un aspecto de saber mucho que decirle a las personas que venían acá. Aparentaba unos 40 años. Si, estaba en rehabilitación. Tenía que hacerlo por 2 meses. 2 Veces por semana. No quería. Además no entendía para que me mandaran si yo solo estaba ahí en el robo y ni siquiera sabía que iban a robar. Pero bueno, tenía que venir porque si no lo hacía, me mandaban de nuevo a la cárcel y ni ahí quería volver a ese lugar feo. Por eso lo hacía.

Anabel: Bueno chicos. Estamos una vez más en este lugar para tratar de salir adelante en cada una de las situaciones de ustedes. Ahora, conozcamos a un nuevo miembro del grupo – mirándome – Por favor, preséntese y diga porque esta acá.

Ross: Bueno, hola a todos, soy Ross Lynch.

Todos: Hola Ross.

Ross: Estoy acá por robo, pero sin saber que estaban robando.

Anabel: Bien. Cuéntanos, ¿Cómo es eso que no sabías que estaban robando?

Ross: Por mi ex novia. Ella tenía un grupo de amigos que iban a casas de ricos cuando no estaban y entraban a robar cosas caras y dinero. Yo nunca supe de eso, ella me mintió durante muchos años. Hasta que me hizo participar de eso, que pensé que estábamos yendo a la casa de uno de los amigos de ella, pero no, íbamos a robar.

Anabel: ¿Y cuando te diste cuenta que era un robo?

Ross: Cuando vi que empezaban a llevarse cosas de la casa. Me acerque a ella, le pregunte y me dijo que estaban robando, me quede en shock.

Anabel: ¿Y por eso fuiste a la cárcel?

Ross: Si. Porque decía que yo ya sabía de antes y quería participar por mi propia voluntad.

Anabel: Bien. Siempre acá les dejo una pregunta para que piensen tranquilos en sus casas y cuando me vean de nuevo me la contesten. ¿Sí? – asisto – Quiero que pienses y me digas en la otra clase, ¿Por qué no te fuiste de la casa que estaban robando cuando supiste lo del robo? No me contestes ahora. Piénsalo bien y mañana me lo dices. ¿Estamos? – wow. Nunca me preguntaron eso. No sé porque nunca me escape antes de tiempo. Tendré que pensarlo bien. Así que, asistí de nuevo – Bueno chicos. La clase de hoy termino. Mañana nos vemos de nuevo. Pueden comerse algo antes de irse si tienen hambre. Adiós – levantándose y saliendo de la sala de donde estábamos todos. Los demás hicieron lo mismo. Así que me pare y camine hacia la salida. Había mucha comida y también para tomar. Wow. No sabía que hacían esto. Como tenía hambre y no comí mucho por los nervios de venir acá. Me acerque a la mesa, agarre un plato de plástico, cubiertos y un vaso. Me serví, de tomar Coca-Cola. Luego de comer una papas fritas con mayonesa y milanesa de carne con jamón y queso. Me senté en una mesa a comer. Con los demás. Todos comían casi lo mismo que yo.

Después de comerme todo. Fui a dejar las cosas en una mesada. Cuando me doy vuelta, no me doy cuenta y me choco con una chica. Ella cayó al piso. La ayude a levantarse. Era rubia, de ojos celestes, alta y tenía una linda sonrisa.

Ross: ¿Estás bien? Perdóname, no te vi.

Xxx: Si, estoy bien. No paso nada. Solo un accidente – sonriéndome – Gracias por ayudarme a levantarme.

Ross: Es lo mínimo que podía hacer ya que te hice caer.

Xxx: Bueno, gracias. ¿Vos sos el nuevo del grupo no?

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora