Capítulo 39 - Ver para creer

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Narra Ross:

Me desperté. Tenía un dolor de cabeza insoportable. No podía moverme. Todavía no podía abrir los ojos porque me dolía tanto la cabeza que tenía que abrirlos de a poco. En cuando pude enfocar la vista de donde mierda estaba. Veía todo oscuro. Solo la luz del sol que reflejaba por una ventanita al suelo. Parecía una especie de sótano. Porque había una escalera y mucha telarañas. No me podía mover. Mis muñecas y tobillos estaban atados con sogas y sentado en una silla. Empecé a gritar para que me saquen. Pero nadie me escuchaba o se hacían los que no me oían. Estaba desesperado por saber que paso con mi Laura. No quería que le pase nada malo. ¡Mierda! Como salía de esta.

Ross: ¡Hey, sáquenme de acá! – gritando a todo lo que podía. Muy fuerte. Escuche una voz de una chica. Me sonaba conocida. Se estaba riendo - ¡Se que me escuchan, muestren la cara! – gritando aun más fuerte. Ya me dolía la garganta y la cabeza. En eso, abren la puerta y la cierran. Baja alguien a verme. Riéndose. Pero por la oscuridad, solo escucho su risa. Nada más. No la podía ver - ¿Quién sos? ¡Da la cara de una vez! – quejándome. Enojado. Molesto. De todo.

Xxx: Hola Ross – si, esa voz, de donde mierda la escuche - ¿Te acuerdas de mí o ya te olvidaste quién soy? – riéndose más fuerte. Acercándose más hacia mí. Todavía no la veía, pero podía distinguirla. Lo que sí que no era April. Si no, otra chica que me conoce y muy bien por lo que veo.

Ross: ¡No des tantas vueltas y dime quien sos! – gritándole. Ya me estaba cansando. Quería salir de esta.

Xxx: ¡A mí no me hables así he! – se la escuchaba enojada. Por la voz. Me quede pensando a ver quién podía ser. De repente, se me vio a la mente alguien. Pero no podía ser ella, porque supuestamente estaba en… ¡No, es imposible!

Ross: ¿Emily, sos vos?

Emily: Si Ross, soy yo. Al fin te das cuenta he.

Ross: ¿Pero como saliste de la cárcel?

Emily: Gracias a unos contactos que tengo. Que pensabas, que me quedaría más tiempo ahí metida. Te equivocas. Yo sabía cuando ibas a salir y ahí puse mi plan en marcha y acá estoy.

Ross: ¿Dónde está Laura?

Emily: Está en otra habitación de la casa. Está bien. Si eso es lo que querés saber.

Ross: ¿Qué querés de nosotros? ¿Para qué haces todo esto? – alterado. Ya quería liberarme, pero no podía.

Emily: De ustedes dos, nada. Solo quiero plata para irme del país.

Ross: ¿Cuánto querés?

Emily: 50.000 dólares.

Ross: ¡¿Qué?! ¡Te volviste loca!

Emily: No, para nada. Me das la plata y desaparezco de tu vida para siempre. Si no, despídete de tu amada novia – mostrando una enorme sonrisa.

Ross: ¡No serias capaz de matar a una pobre inocente!

Emily: ¿Querés probar?

Ross: ¡No! ¡Por favor, déjala ir, ya me tenés a mí!

Emily: No puedo. Los necesito a los dos.

Ross: No nos puedes tener encerrados para siempre. Nuestra familia y la prensa van a sospechar. Mañana tengo que ir a rehabilitación. Se van a dar cuenta cuando no vaya.

Emily: Tengo todo pensado Ross. No va a pasar nada. Para eso contrate a April.

Ross: ¿La contrataste?

Emily: Si. Ella no soporta a Laura, porque está enamorada de vos. Entonces hicimos un trato.

Ross: ¿Qué trato?

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora