Capítulo 9 - Sentimientos encontrados

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Narra Laura:

¿Qué? Ross Shor Lynch, me estaba por besar, a este que le pasaba. Y si, sabía todo sobre él, no porque lo busque, si no porque Raini me hablaba siempre de él. Era su tema favorito, si o si, cada una hora, me hablaba de Ross, aunque ya sabía todo, porque me lo dijo mil veces, le encantaba decirlo muchas veces, así que yo la tenía que escuchar. Lo hacía solo por mi mejor amiga. Bueno, en cuestión, Ross me estaba por besar, a solos unos pasos de hacerlo. Es como se dice, le das la mano, te toman el codo. Acá es así, le das un abrazo y te quieren besar.

Laura: ¡Ross Shor Lynch! – apartándome de él.

Ross: ¿Cómo sabes mi segundo nombre? – sonriéndome.

Laura: Por Raini.

Ross: Ah, pensé que me buscaste.

Laura: Yo… Buscarte… ¡Jamás! – riéndome – Ahora, por favor, ándate de mi cuarto.

Ross: Otra vez la misma Laura – yéndose.

Laura: Si, la misma – cerrando la puerta con cerrojo, para que nadie entre.

Narra Ross:

Porque paso esto. La estaba por besar, ella se aparta y vuelve a ser la misma de antes. Porque no era cariñosa, como cuando me abrazo y me dijo que me pedía perdón por todo lo que me hizo, esa Laura, tierna y cariñosa, esa la que quiero.

Cuando baje las escaleras, vi que Calum me estaba esperando abajo.

Calum: ¿Pudiste hablar con ella? – mirándome.

Ross: Si. Casi nos besamos.

Calum: ¿¡Qué!? ¿Cómo sucedió eso?

Ross: Dije que casi y yo me fui acercando, hasta que ella reaccionó y me freno.

Calum: ¡Uy, que mal amigo!

Ross: Si, que mal – algo triste.

Calum: Vamos a casa. Seguramente Nina hizo la merienda.

Ross: ¡Sí, panqueques! – mis favoritos. Babeaba por comerlos – Espera que hablo con Dan de mañana.

Calum: Ok. Te espero.

Ross: ¡Dan! – llamando. Él se dio vuelta, mirándome - ¿Mañana que hacemos?

Dan: Mañana va a venir una entrevistadora por el perfume. Te van a entrevistar y listo, luego te podes ir. Veni a desayunar si querés.

Ross: Bien. Vengo a desayunar. Nos vemos Dan – saludándolo - ¡Vamos Calum! – llamándolo. También saludo a Dan – Adiós – yéndome con Calum hacia el auto. Nos subimos y arranque.

Al otro día.

Ya estaba en la casa de Laura. Desayunando. Como habíamos quedado, a las 12:00 hs venia la entrevistadora. Así que faltaba dos horas. Podía dormir un ratito o descansar en el parque, que estaba lindo. Esta vez vine solo, no con Calum, porque él tenía que ir a ver el negocio que iba a poner con el padre. Si, vino el padre hasta acá, lo vi hoy a la mañana, justo me iba y me lo encontré en la puerta de mi edificio, esperando a Calum y lo salude.

Después de comerme todo, por cierto, tenía mucha hambre, va, siempre a la mañana, me agarra mucha hambre.

Dan: Ahora puedes ir a descansar. Tírate en el sillón o te presto mi cama, si querés.

Ross: No hace falta, con el sillón me arreglo.

Emma: Enserio Ross, te prestamos la cama, vas a estar más cómodo.

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora