Anfitrite || KookMin

75. Lazo Irrompible

— ¿Estás seguro de que tienes que irte? —Increpa con voz temblorosa—. Tu más grande amor soy yo, no me puedes abandonar así Minie, no me dejessss. —Extiende abrazándolo con demasiada fuerza. Jimin se ríe enternecido por la forma en que Hoseok se titula.

—Puedes ir a visitarme.

—Pero, pero, pero ¡NO ES LO MISMO! Quédate, te daré un cuartito en mi humilde casa. Por favor, te vas muy lejos. Entiendo que-

—Si me quedo bajo el agua no significará tanto. Te advertí que haría y tomó su decisión—explica con suavidad. Yoongi frunce levemente el entrecejo, disgustado—. Seguiremos hablando, cada noche si quieres.

— ¡No vas a estar cuando mi bebé salga! ¿Cómo te va a conocer? Quería que le cantaras también. —gimotea a poco de llorar en serio. O tanto como puede percibirse bajo el agua con sus espasmos.

—Jungkook no lo hizo ¿Lo sabes? —Jimin no deja de encontrar curioso lo ferviente de Yoongi en defender a Jungkook con esto.

—Lo haya hecho o no, quiere que él se quede y no me voy a tragar esto de nuevo—Hay un sentimiento sin forma dentro de Yoongi. En parte, siente un enorme orgullo de que Jimin no se quede simplemente. Como si nada pasara. Como si poco importara. Por otro lado, le genera un enorme disgusto que justo ahora haga notar esa fuerza—. Que haga lo que le plazca. Es lo que siempre sucede.

—No te lo voy a negar, pero-

—Yoongi—Le detiene—. Yo no voy a estar aquí y tu exilio es precisamente para mantenerte lejos de mí. Permanece aquí, con Hoseok y vigila que Taehyung no haga ninguna tontería. Está muy extraño y ya no sé qué tanta libertad le va a dar Jungkook —Frunce la boca, entre disgustado por la orden y entendiéndola—. Por favor.

—Cuando nazca vas a venir a verlo ¿Verdad? —cuestiona con labios temblorosos. Jimin niega con la cabeza.

—Me tengo que ir. Quiero llegar un poco temprano. Así me dará tiempo de hacer arreglos.

— ¿No le dirás que te vas?

—No.

. . .

— ¿Ya sabes que se fue? ¿Cómo? —cuestiona Namjoon curioso. Nadie se había dado cuenta excepto él, Hoseok, Yoongi, Jin y Jeonghan para despedirse. El sirviente está más triste de lo que cualquier podría esperar. Jungkook tiene el rostro apoyado en su puño, sentado en el trono y viendo a un lado sin ganas.

—Dejó el anillo de la Anfitrite en su mesa de noche y puedo sentir que está lejos—Alza una ceja. Eso es un poco dramático—. El océano está demasiado turbio. Ni siquiera yo lo entiendo.

—Vale... ¿Empezamos?

—Sí. —Suspira enderezándose.

Está muy incómodo y triste. Sin embargo, sabe perfectamente que nada iba a impedir que Jimin se fuera. Exhala y restriega su rostro con ambas manos. Un toque en los hombros lo hace ver arriba, encontrándose una perfecta y amplia sonrisa cuadrada que lejos de generarle la misma alegría o enternecerlo, es capaz de llevarlo a la irritación.

—Jimin ya no está ¡Bien! —Celebra pasando hasta delante del rey—. Estaba pensando-

—En que te tienes que ir a tu puta cueva, zorra de mierda—Respinga, por la repentina aparición de Yoongi—. Lárgate. Adiós. Fuera.

—¿Por qué...?

—Hasta que mi heredero nazca puedo quedarme, a pesar de todo tengo más derecho de estar en esta sala que tú. Largo o te saco al niño de un chasquido—Taehyung blanquea los ojos, no obstante, la alegría no se la va a quitar nada. Jungkook muerde sus labios—. ¿Hasta cuándo vas a dejarte por ese imbécil? A este punto-