2. A media superficie

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Ignoraba en buena parte a sus hermanos y aguantaba buena parte de los destrozos que estos hacen a su palacio. Sería irrespetuoso alzarles la voz, pero tiene tantas malditas ganas de hacerlo... No basta con tenerlos a todos comulgados haciendo un escándalo que lo incomoda, sino que han roto adornos que son de gran valor para su región y Jennie lo primero que intentó hacer fue echarlo de su habitación justificando que debería tener la más grande y cómoda del lugar por ser la próxima esposa del rey atlante.

¿De quién fue la brillante idea de decirle que ella es la mejor y primera deseada opción? No lo sabe, tiende a subírsele los humos demasiado rápido. Es nocivo para cualquiera. Ni siquiera Jiyong la soporta y es obvio. Con respecto a su habitación, no la cedió. Es suya, su región, su palacio y que hiciera el berrinche que quisiera.

Hasta donde recordaba sus lecciones, también debía tenerse un respeto siendo invitados ¿no?

Aparentemente la próxima reina ya no lo recordaba.

A pesar de que funciona para ignorarlos, también estudia por deber. Lo poco que hay con respecto a la nobleza atlante en las base de datos lo lee, relee, escribe, memoriza a total medida hasta le punto de que parecería un loro si le preguntan al respecto. No quiere incomodar a gente tan... sensible. Sobra decir que los atlantes no tienen buena estima de los terranos. Incluso abandonaron Australia por ello. No tiene detalles de que ocurrió, pero queda decir que Australia está teniendo serios problemas climáticos en este momento.

Jiyong hace algo similar y no lo sorprendería que estuviera haciéndolo desde que recibieron la primera carta. Al momento de cumplirse el plazo de tiempo todos estaban nerviosos, al menos unos más que otros. En su casa seguía con la mente en la pantalla holográfica con todo lo que había leído.

—Tardan mucho en venir por su reina.

—si es por eso, no me sorprende que lo hagan. —tose Hyojong, Jisoo se rió por la gracia y Jennie miró molesta a su hermano. Estaban bien arreglados y maquillados. Al menos las mujeres y su caso que es un maldito maníaco y narciso. Al menos no se lo reclama nadie.

Quizá porque a ellos les gusta el delineado de sus ojos junto al sombreado.

Y que Jiyong también lo hace, solo que más discreto.

—¿Creen que sea una falsa alarma? —pregunta Wooyoung con la mano en la barbilla—. O que pusieron mal la fecha.

—Apenas son las dos de la tarde, no hay que alterarse antes de tiempo. —sugiere Jiyong con voz calmada.

—a diferencia de ti y de Jimin, no aguantamos las ayunas. —escuchar su nombre lo hizo espabilar. Frunció un poco el entrecejo.

—No toquen esa pared, es un mural y lo pueden ensuc-

—Es solo una pared con tres trazos. No un cuadro con algún valor. —replica Wonwoo, totalmente malhumorado por el hambre.

—aparte, es horrible ¿solo tiraron pintura o qué?

—Yo diría que alguien se bañó en pintura y pasó restregándose.

—suficiente. Este no es su palacio ¿pueden comportarse como los adultos que son? Se supone que son mis hermanos mayores y lo único que hacen es comportarse como niños. —hubo un silencio terrible. Jiyong no dijo absolutamente nada para molestia de los que se quejaban. Si él permanecía en silencio, es porque no pasó nada malo o falta al decoro.

—Que falta de respeto la tuya de hablar así a tus hermanos mayores. Debería darte vergüenza.

—Es solo un niño aun, que se podría esperar.

—Cree tener autoridad.

—Impertinente.

—Tener unas pequeñas tierras lo hacen pensar que puede ordenar, que tierno y tonto.

Anfitrite || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora