76. Respaldo de Fe

11.6K 1.7K 1K
                                    

— ¿No está en Corea? ¿¡Desde hace cuánto no lo está!?

Jungkook se crispa apenas Namjoon hace una mínima mención a que el príncipe coreano que tanta ansia tiene de ver está nuevamente en el agua. Donde debe estar en su opinión, pero ese es asunto para otro momento. Corea no está inundada o similar para brindar una excusa a que "volviera". Namjoon da un suspiro con deje agotado. Ahora siente tan complicado decir nada a su rey... Quizá debió mencionarlo en la cena y no ahora, que está decidiendo que hacer con los restos confiscados de los submarinos rusos, así como redactar permisos para buscar en otros territorios de aliados y no tan aliados.

—Hace una semana no-

— ¿¡Por qué no me lo dijiste!? ¡TE PEDÍ QUE ME MANTUVIERAS AL TANTO DE ESOS MOVIMIENTOS! —Reclama. Está pendiente por sí mismo en caso de algún problema, pero joder que tiene también que resolver mil asuntos más—. ¿Dónde está? No tiene su tridente y las armas coreanas que pueda llevar encima no le servirán de nada.

Es perfectamente consciente de que Jimin puede defenderse solo, tendría más preocupación por su oponente, pero sin las herramientas adecuadas será complicado. Es muy posible que se haga daño. En Corea nada le pasaría, a la deriva a cualquiera en el ancho océano le puede ir mal. Incluso a sí mismo.

—Porqué-

—Lo voy a buscar, le daré una nave para-

— ¡ESTÁ EN EL TEMPLO DE ATENEA! —dice rápido para que no lo vuelva a interrumpir.

Jungkook calla, extrañado por aquella información. Jimin sabe de los templos en la Atlántida: A Poseidón, apolo, Zeus, Poseidón, Hestia, Asclepio, Morfeo, Poseidón, Afrodita, Poseidón ¿Ya dijo que Poseidón? Tienen muchos repartidos por toda la ciudad, de todos los tamaños. El más grande se encuentra a poca distancia del palacio, se reza en determinadas situaciones, festejos y en caso de haber un mal entendido ahí es donde se dejan las ofrendas.

Una pequeña duda surge:

— ¿Cómo llegó hasta allí?

~ * * * * ~

—Tal vez si le pedimos una bendición a Atenea...

—No te voy a dejar ir allí. —Hoseok bufa, siendo imitado por su bebé, quien está en sus brazos. El pequeños cuenta con cabello muy fino y suave, se mueve aun con la inexistente corriente. Contrario a muchos en el palacio –exceptuando a la familia real, Jeonghan y Coups-, consideran que el bebé en cuestión es feo y escalofriante.

Todo por los ojos con una membrana blanca. La que ocasiona su ceguera. A Hoseok no le puede parecer más bello; Yoongi no es precisamente efusivo cuando hay personas alrededor, pero de todas maneras considera a su hijo tierno, es pequeño y sus ojos no son un motivo para restarle apreciación o belleza. Jungkook durante las cenas no puede estar más fascinado por él y nadie hasta el momento se había dado cuenta de lo bien que se le da estar con niños.

Explicando mejor cuál es su ilusión de que Taehyung de a luz de una vez.

Aparte de querer echarlo apenas esté ese asunto resuelto.

—Esta temporada es terrible para acercarse a esa zona. Acabará por enfermarse y es débil a todo aún. —Hoseok rueda los ojos a pesar del fundamento valido y preocupado de Yoongi.

—Para algo están los abrigos. Además, ahí están las sacerdotisas y no están cubiertas como monjas cristianas. Es soportable.

—Es distinto. No irás. Ninguno de los dos. Además, ya se hizo un sacrificio a Poseidón donde recibió su bendición. No es buena idea—Hoseok muestra desilusión—. Con suerte no será mucho tiempo para volver. Deja las prisas.

Anfitrite || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora