24. Lecciones Diversas

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—La recuperación suele atrofiar los músculos y por ende causa que los reflejos o el conocimiento se oxide. Si no practicas, lo pierdes.

—Lo tengo en cuenta.

Yoongi dejó ir el agua de golpe, Jimin clavó el tridente el suelo y no se movió sino que rompió la ola. Yoongi recogió el agua y la hizo ceder con mayor fuerza. El monarca tuvo dificultad por evitar que la fuerte corriente lo llevara, apretando el arma entre sus manos. Yoongi bufó indiferente.

—Tambaleaste.

—Nunca habías hecho eso con-

—No puedes tambalear. Eres capaz de crear un tsunami y de la misma forma, detenerlo—Jimin dio un resoplido—. Supongo que mejor lo practicamos mañana, deberías estirar hoy, recordar las posturas y todo lo demás.

— ¿Tienes algo que hacer?

—Dormir.

Rió divertido, Yoongi acabó por hacerlo también. Aun no recupera toda su fuerza, por lo que se ahora con mucha facilidad. En salida Jimin empezó con su rutina que en un principio era para espadas, pero se las arregló para adecuarla al tridente uniéndola a la que utiliza con la lanza. La cuenta que lleva Yoongi es que esa rutina es de hora y media si es que no más.

Solo por eso no se queda acompañarlo... durmiéndose ahí, es todo lo que podría hacer por él.

Al salir y a medio camino para llegar a su habitación creyó ver en dirección a la sala a su hermano menor lo cual es de lo más extraño. Quería saber qué demonios haría en esa dirección donde no hay nada de su interés. La cabeza le punza y no permite a su curiosidad hacer un esfuerzo. Solo lo que sea no explotaría el palacio, ya lo habría hecho desde hace muchos años atrás.

Jungkook por su parte tenía la idea de practicar un poco, librar tensión y así visitar a Taehyung sin nada de mala vibra en su espíritu. Pronostica una discusión lo cual es malo pues llegado a cierto punto iba a quedarse callado y Taehyung ganando como siempre lo ha hecho. Ah, maldita sea con su incapacidad de continuar debido a tanta timidez y limitado valor social.

Lo sorprendió que el lugar estuviese ocupado. Por lo general solo Yoongi está y lo vio caminando en dirección a sus aposentos. Por pura naturaleza se acercó a paso lento y levemente escondido tras un pilar.

En medio de la sala está Jimin.

Danzando.

Para él es una mortal danza.

Lo más impresionante es que lo hace con el tridente de Yoongi. El arma parece deslizarse entre sus manos, una a la otra, por sus brazos e incluso espalda y cuello. Clavó el tridente en el suelo y así subió a la punta de un brinco.

Ahora tiene peso, no flota si no quiere, por lo que es curioso lo que hace, se nota el esfuerzo. Jalando el arma dio giros horizontales hasta caer grácilmente al suelo y empezar a jugar mucho más lento y delicado que en ese momento. Jungkook quedó ahí de pie.

Una hora entera viendo a Jimin practicar con el tridente.

Lo malo es que Jimin inevitablemente se dio cuenta de su presencia, pues estaba casi frente a la salida y su atención fue directo al punto dorado que es el tridente de Jungkook. El momento en si es tremendamente torpe por Jungkook que sigue mirando fijamente, con la boca entre abierta y cara de estar perdido en lo que mira.

— ¿Se le ofrece algo? —interroga con lentitud. Jungkook bajó la mirada, avergonzado por su obviedad.

—No... solo... quería practicar, pe-pero ya me voy.

—Ya terminé por hoy y no tendría problema alguno en que use el sitio aun si estoy presente. —pasó junto a Jungkook, tuvo suficiente capacidad de habla como para acercarse al rubio.

Anfitrite || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora