Anfitrite || KookMin

84. Corona en Mano

—Tu madre ya tiene preparado pastel y jugo cuando voy. Esto es tan inútil.

—Mira el lado bueno ¡Le caes muy bien!

Hoseok se ríe para evitar que Yoongi se moleste más. Tener que ir casi todo el día hasta allá lo tiene irritado. Quiere creer que la visión de Namjoon tuvo algún sentido. Parece que no. Pasó ya una semana desde la advertencia, desde que ha tenido que reducir la guardia que pone Jungkook como si el cielo se fuese a caer y deje sepultado todo lo que hay en el mar.

Esto es absurdo.

—Mañana dejaré de hacer esto.

—Al menos medio día. —Pide juntando las manos.

—Medio día.

—Bien~

—Te veo más tarde... y a ti también. —Jeonghan se había acercado con Soonyoung, moviendo la mano de este para simular que se despide. Soonyoung ríe al mismo tiempo que Yoongi. Hoseok disfruta la imagen tan linda.

~ * * * ~

—Youngjo va a acompañarte. Así nadie te hará nada.

Jimin encuentra descarada la supuesta preocupación de Leedo. De nuevo parece que lo está probando. Quién sabe a qué cosa esta vez. Mira por el ventanal. Ya están llegando a la Atlántida, se pregunta qué demonios tienen estas naves, la barrera no las detectó y debió haberlo hecho. Esto está más preparado de lo que creyó.

Su expresión se torna profundamente entristecida, viendo algunas naves descender en el área citadina. Se muerde el labio inferior. No va a dejar esto así. Prevenir es mejor que vengar, pero ¿Qué puede hacer ahora? Aun si chocara la nave Leedo no va a morir y quizá solo se mate por nada. Debe irse por el camino seguro y eso es fingir que sigue esta corriente.

Siendo que ellos van a entrar en la suya.

~ * * * ~

Coloca un último cristal y aprecia el vitral que terminó. Jimin bailando en Corea con el abanico. Suspira y toma asiento frente a este, con la luz impactando directamente a él. Está muy ansioso. Algo retumba en sus oídos diciendo que hay muchos problemas acercándose. No figurativamente. Sino en este instante. Solo por ello no ha soltado el tridente en todo el día. Espera que Yoongi no haya hecho reducir otra vez los soldados que hizo colocar.

Los necesita.

No sabe porqué

Pero los necesitan.

Yoongi lo justifica en que, si hay un problema, deberían estar en la Atlántida, no en el palacio, no obstante, no los puso a hacer rondas, sino permanecer en espera como si nada ocurre. Exhala, tamborilea los dedos en su tridente. Levanta la cabeza de golpe.

Silencio.

No hay advertencias.

No hay un aviso.

Nada.

Silencio.

Y de repente una explosión. Apura hacia la salida y no tarda ni dos minutos en tener que esquivar un disparo de energía en su dirección. Lanza el tridente con un grito por lo repentino, dando al pecho de quien lo atacó en primer lugar. Corre por el pasillo, quitándose parte de la ropa que puede estorbarle y así mismo, notando que hay gente pasando por los pasillo.

Llevando hachas, espadas y armas de energía. Atrae su tridente y lo clava directo en la cara de quien está a un solo metro de distancia, apenas dado cuenta de su presencia ¿De dónde salió toda esta gente? No lo sabe. La única certeza que tiene, es que el escándalo ya no está solo en su cabeza, sino en todo su castillo. Los sirviente y guardias yendo de un lado a otro por el ataque repentino.