Anfitrite || KookMin

Extra: Rapto al Hades

ADVERTENCIA: Este capitulo y todos los que tengan en su título "Extra" son NO canónicos dentro de la línea original. Esto no ocurre, sino que se trata de una alternativa o micro-relato dentro de la misma historia.
Ubicado después de: 41. The Biggest Fool Above Water

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Extra: Rapto al Hades

— ¿Qué debo hacer para ser tu Dios?

—Tienes un fiel creyente tras de ti, eres el dios de alguien más. No puedo suplantarlo a pesar de que lo intente. Tener la vista en otra dirección te está impidiendo darte cuenta, Yoongi.

Le da la espalda, pensando en tantas cosas que ahora es una reflexión inútil. Esperanza quebrada y ganas perdidas. El príncipe tras de sí guarda silencio, viendo aquella capa y ropa que cubre el cuerpo aun sin tocar por nadie.

Que su hermano en algún momento rozaría.

Llenaría de caricias.

Vestiría en besos.

Ocultaría bajo sí con dominancia equina.

No va a ser el primero.

Jimin ve una flor en el suelo: Blanca, perfecta y similar a un loto a primera vista. Estira la mano para tomarla, nota que es realmente un asfódelo. Recoge la mano hacia su pecho. Un asfódelo. Sabe de dónde es esa flor. El ambiente frío y tenebroso junto a la mirada penetrante justo a unos pasos tras él.

No obstante, hay un jalón y al mismo tiempo, una succión. Una garra fría que advierte que ya no tiene como huir: La sombra lo ha capturado y el Hades lo reclama, pues Poseidón y el océano no lo hizo cuando tuvo la oportunidad a la mano.

Gira hacia Yoongi, quien con su mirada de azul turbio permanece tranquilo, tan falsamente tranquilo e inocente como lo es siempre. A medida que avanza ese frío se vuelve más fuerte. Tambalea en su plataforma, con el vacío arrastrándolo lentamente. Que el océano no sea su terreno, sino un lugar mucho más profundo.

El palacio está en suprema soledad, en corrientes quietas y árticas. Parece un palacio abandonado como del que vienen. Yoongi sigue un paso atrás de él. Cuando es tiempo de cruzar al pasillo que se dirige a su habitación la corriente lo empuja lejos de allí. El agua cual hilos invisibles le guía y conduce por otra ruta nunca transitada.

Yoongi lo toma de la mano únicamente para lo siga dentro de la habitación una vez están frente a esta, Jimin guarda la impresión de que había evitado hacerlo hasta ahora. El más mínimo contacto fue inexistente. Ignoró que sus ojos brillaban, como manipulaba el liquido para traerlo aquí...

—Perséfone.

Arrastrarlo al abismo.

Se inclina hacia atrás por lo fuerte que Yoongi lo besa, similar a un embiste de esos finos labios contra los labios gruesos. La molestia en su interior despierta, pero su voluntad endeble caída al Hades no puede más que ceder a la imposición del tranquilo y acaparador Dios. Exigente y receloso. Gime y su boca es invadida por la lengua de Yoongi. el príncipe quita la capa, abre la delicada ropa negra.

Con la que Jimin parece un tributo para la muerte, pues el blanco es la vida y el negro el lugar más recóndito del Averno.

Jimin retrocede, con el mayor tirando, impidiendo que huye a pesar de que se siente incapaz de hacerlo. Una atadura invisible. Queja por las manos huesudas en su piel. Yoongi consigue descubrir el pecho, rozar la piel vibrante. Aun robando el aliento que solo Jimin tiene lo carga y coloca en el lecho de sabanas oscuras, trepándose en el para arrinconarlo.