13. Yo te cuido al bebé

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Había empezado marzo, y el tiempo se hizo más seco, pero un viento terrible parecía despellejarles manos y cara cada vez que salían del castillo. Había retrasos en el correo porque el viento desviaba a las lechuzas del camino. La lechuza parda que Harry había enviado a Sirius con la fecha del permiso para ir a Hogsmeade volvió el viernes por la mañana a la hora del desayuno con la mitad de las plumas revueltas. En cuanto Harry le desprendió la carta de Sirius se escapó, temiendo que la enviaran otra vez.

La carta de Sirius era casi tan corta como la anterior:

Vayan al paso de la cerca que hay al final de la carretera que sale de Hogsmeade (más allá de Dervish y Banges) el sábado a las dos en
punto de la tarde. Lleven toda la comida que puedan.

-¡No habrá vuelto a Hogsmeade! -exclamó Ron, sorprendido.

-Parece que sí -observó Dylan.

-No puedo creerlo -dijo Harry muy preocupado-. Si lo atrapan...

-Hasta ahora no lo han conseguido -le recordó Ron-. Y el lugar ya no está lleno de dementores.

Harry se quedó pensando todo el camino, hasta que llegaron a las mazmorras.

Malfoy, Crabbe y Goyle habían formado un corrillo a la puerta de la clase con la pandilla de chicas de Slytherin a la que pertenecía Pansy Parkinson. Todos miraban algo que Dylan no alcanzó a distinguir, y se reían por lo bajo con muchas ganas. La cara de Pansy asomó por detrás de la ancha espalda de Goyle y los vio acercarse.

-¡Ahí están, ahí están! -anunció con una risa tonta, y el corro se rompió. Harry vio que Pansy tenía en las manos un ejemplar de la revista Corazón de bruja. La foto con movimiento de la portada mostraba a una bruja de pelo rizado que sonreía enseñando los dientes y apuntaba a un bizcocho grande con la varita. Dylan arrugó la nariz en desagrado.

-¡A lo mejor encuentras aquí algo de tu interés, Knight! -dijo Pansy en voz alta

Ella lanzó la revista al castaño que apenas y pudo atraparla. No entendía de qué carajos estaban hablando.

En aquel momento se abrió la puerta de la mazmorra, y Snape les hizo señas de que entraran. Los cuatro se encaminaron hasta el último pupitre. En cuanto Snape volvió la espalda para escribir en la pizarra los ingredientes de la poción de aquel día, Dylan abrió la revista por debajo de la mesa.

Tal vez sea diferente. Pero, aun así, es un muchacho que padece
todos los sufrimientos típicos de la adolescencia, nos revela Rita
Skeeter. Fue una gran sorpresa cuando ella pudo observar en vivo y en directo cómo el campeón más joven, estaba tomado de la mano de un chico. Sí, señoras y señores, así tal cual lo están leyendo. Un chico era quien tomaba su mano después de haber salido bien librado de la segunda prueba. Este chico, es nada más y nada menos que Dylan Knight, mejor amigo de el joven Potter, según nos informan nuestras fuentes confiables.

Todos estamos bastante seguros de que no nos esperábamos una noticia como esta. ¿Harry Potter siendo gay? Esa es una noticia que le da vuelta a las cosas.

Pronto esperaremos más información acerca de este chico que se ha robado el corazón de nuestro campeón, a menos de que haya sido por otra razón.

-Esto es una total mierda -murmuró Dylan frunciendo el ceño y arrguando la revista. Harry a su lado se había quedado en blanco. Sí, había aceptado que le gustaba Dylan, pero no había estado preparado para que todo el mundo se enterara.

Hermione miraba preocupada a Harry, quien había palidecido. Dylan arrojó la revista a otro banco y comenzó a sacar los ingredientes. Estaba realmente enfadado. No tenían el derecho de meterse en la vida personal de la gente.

LOVE ME, harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora