21. Haz

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A medida que los días seguían pasando, Dylan moría por salir de aquella casa en donde todo lo que podían hacer era limpiar. Quería ya estar en el Expreso de Hogwarts mirando el paisaje que se movía rápidamente. Pero no, debían estar en aquella casa en la que ni el sol podía entrar por las ventanas.

El último día de vacaciones, Dylan limpiaba su baúl, que no había limpiado en los cuatro años que había pasado en Hogwarts. Su padre Edward le pidió que lo hiciera para que no mutara algo ahí dentro. Dylan rodó los ojos ante la exageración de su padre. White estaba en la cama de Dylan, mirándolo mientras movía su cola, y de vez en cuando miraba a Harry cuando maldecía.

-¿Necesitas ayuda con eso? -le preguntó Dylan a Harry, que estaba limpiando la jaula de Hedwig.

-¿Tú no necesitas ayuda con eso? -dijo Harry señalando el desorden que era su baúl. Dylan hizo una mueca.

La puerta se abrió dejando ver a Ron sosteniendo un par de sobres.

-Ya llegaron las cartas de Hogwarts -dijo dándoselas a cada quien. Dylan la tomó y se levantó del suelo, mientras despegaba el sello. Contenía dos trozos de pergamino: uno era la nota habitual que le recordaba que el curso empezaba el uno de septiembre, y en el otro estaban detallados los libros que necesitaría para el próximo curso.

Volvió a meter la mano para dejar los pergaminos, cuando sintió algo más. Frunció el ceño y tomando el extraño objeto, lo sacó y quedó pasmado. Buscó nuevamente en el sobre y extrajo otra nota donde, efectivamente, decía que era nombrado perfecto. Ni siquiera se dio cuenta cuando los gemelos habían aparecido en la habitación.

¿Prefecto? ¿Él? Juraría que elegirían a Harry y no a él. No es que sea una desagradable sorpresa, pero definitivamente no se lo esperaba para nada.

-¿Dyl? -preguntó Harry acercándose. El apodo fue lo único que hizo que el castaño levantara la vista.

-Eh... -dijo él sin saber que decir, por lo que sólo levantó aquella insignia.

-¡Miren nada más! -exclamó Fred acercándose a Dylan y palmeando su hombro- ¡nuestro niño es prefecto!

-Aunque creíamos que elegirían a Harry -comentó George, pero de todos modos se acercó a Dylan palmeando su otro hombro.- Lamento esta desgracia para ti, amigo.

Dylan sólo atinó a reír un poco, seguía bastante sorprendido.

-Felicidades amigo, nada más no te vuelvas como Percy -bromeó Ron. Dylan negó pero sonreía. Se giró hacia el pelinegro. Este le daba una extraña mirada.

-Felicidades -dijo Harry después de lo que parecieron años. Dylan apretó los labios. Tal vez se quedaron mirando demasiado tiempo, por que Ron y los gemelos intercambiaron una incómoda mirada.

-Bueno, los dejamos para que resuelvan sus.. cosas -dijo Fred haciendo caminar a los otros dos hacia la puerta, que la cerró.

-Deberían haberte escogido a ti -dijo Dylan en cuanto estuvieron a solas. Harry lo miraba.

-Tú eres más responsable que yo.

-Pero tú querías el puesto, Haz.

-¿Haz? -dijo Harry mordiéndose el labio para ocultar la sonrisa que quería salir. De acuerdo, sí estaba algo decepcionado por no haber sido elegido, pero lo olvidó en cuanto ese apodo salió de la boca de Dylan. El castaño sonrió.

-¿Estás molesto? -preguntó Dylan.

-No -concedió Harry. Y era verdad, con solo ver la sonrisa de Dylan al observar aquella insignia, se le iba todo el mal humor. Él se lo merecía.

LOVE ME, harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora