55. El fin de la tranquilidad

3.4K 463 797
                                    

Las siguientes semanas habían sido un martirio para Dylan.

Solo, en la enfermería, sin poder asistir a clases, le hacían pensar demasiado en Harry y en su ridícula decisión que le había roto el corazón. Sabía que Harry volvió a esos tiempos en los que creía que lo que decían los Dursley era cierto, Hermione se lo decía. La chica estaba muy angustiada por ambos, intentado pasar el tiempo y acompañarlos y ayudándolos a sanar, de varias maneras.

Y en esos ratos que Dylan pasaba solo en la enfermería, sentía unas inmesas ganas de echarse a llorar por que Harry estaba ahí, culpándose y creyéndose un monstruo, como los Dursley le habian dicho.

Había recibido visitas constantes de sus padres, quienes intentaban subirle su ánimo y consolarlo, cosa que ayudaba un poco, pero no lo suficiente. Lucas iba a verlo todos los días, a veces más tiempo de lo normal. Thomas, Olivia, Ben, Hassler, Ron y Hermione eran visitas recurrentes que lo hacían sentir más animado, pero alguien faltaba.

Y ese alguien era Harry.

No había ido a visitarlo desde la vez en la que terminó con él, pero Ron y Hermione le contaban que ni ellos lo veían mucho. Se la pasaba metido en su cama, con el dosel cerrado y protegido por hechizos. Iba a clases y apenas y les prestaba atención, y todos los sábados tenía castigos con Snape hasta que el año terminara. Dylan quería abrazarlo, decirle que todo lo que estaba pensando estaba mal y que él lo seguía amando. Ni siquiera se alegró lo suficiente cuando Gryffindor ganó la copa de quidditch.

Dylan para entonces ya había vuelto a su habitación. Le dolía enormememte el ver como Harry lo ignoraba e iba directo a su cama. Lo extrañaba muchísimo y ninguno de sus intentos por hablarle hacían efecto. Y Dylan se estaba hartando.

A pesar de que Harry se negara, los cuatro volvieron a pasar tiempo juntos. El azabache se sentaba muy lejos del castaño y evitaba mirarlo, pero Dylan podía sentir su mirada de vez en cuando. Hasta White habia resentido el distanciamiento de Harry, volviéndose más retraida.

Dylan levantó la vista de su libro cuando observó a un Gryffindor menor que ellos llevarle un pergamino a Harry.

-Es de Dumbledore -informó Harry- quiere que vaya cuanto antes a su oficina.

-¿Y qué estás esperando? -preguntó Ron

No bastó decir nada más, Harry se levantó de un brinco y salió de la sala común a paso apresurado. Dylan no pudo ocultar su decepción. Estúpidamente habia estado esperando un beso que no llegaría.

-Dylan.. -murmuró Hermione triste. El mencionado se encogió de hombros y recargó su cabeza en el hombro de su mejor amiga.

-Harry es un estúpido sin remedio -dijo Ron frustrado. Odiaba ver a sus mejores amigos así de distantes.

-Tampoco puedo obligarlo a que hable conmigo -murmuró Dylan. Ambos hicieron una mueca. Después de un rato, los tres subieron al dormitorio para estudiar, el final de curso y los exámenes ya estaban sobre ellos y debían esforzarse. Pero no podía concentrarse mucho. Su mente estaba en Harry, y su mirada se desviaba a su cama cada vez, frustrándolo.

Estaba intentando recordar todos los ingredientes necesarios para realizar el filtro de paz, cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe, sobresaltándolos a todos. Un Harry muy agitado y consternado entró a toda velocidad directo a rebuscar en su baúl.

-¿Qué pasó? -preguntó Hermione rápidamente dejando su libro atrás- ¿estás bien?

-Sí, sí -dijo él sacando todo de su baúl y dejándolo regado a su alrededor. Dylan se levantó de su cama, preocupado.

LOVE ME, harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora