LOVE ME, harry potter

25. Tan gay como Harry y Dylan juntos

Dylan observaba a Harry mientras este leía un libro y anotaba cosas en su pergamino.

Ese domingo parecía particularmente soleado y agradable como para sentarse afuera a disfrutar de los últimos días cálidos que restaban del año, pero siendo amigo de Ron y Harry, significaba que estos dos se quedarían hasta tarde haciendo los deberes por no haberlos hecho en la semana.

Hermione lo había abandonado hacía como dos horas atrás, para ir a buscar a Hassler y tener aquella cita que tan emocionada tenía a su mejor amiga. Por lo menos él se quedó con el walkman.

Así que mientras una cancion se reproducía, y White ronroneaba en su regazo, Harry y Ron se las veían difíciles para tratar de hacer todos los deberes que se les habían acumulado.

Tal vez Dylan se había quedado mirando a Harry durante mucho tiempo, por que este levantó la vista y buscó algo alrededor de la sala común. Cuando sus ojos hicieron contacto con los suyos, le sonrió. Dylan ya le sonreía y ni siquiera se había percatado de ello.

Harry volvió a bajar la vista al pergamino mientras se mordía el labio para ocultar la sonrisa de idiota que quería poner. Estaba pensando seriamente el aceptar la oferta de Dylan, cuando el castaño hacía sus deberes.

Escuchó un par de murmullos y volvió a levantar la vista. Dylan tarareaba la canción en turno y Harry no pudo evitar quedársele viendo. Tenía tantas ganas de mandar a la mierda los deberes e ir a sentarse junto a él, compartir los audífonos y tararear juntos las canciones.

-¿Quieres un bote para la baba? -inquirió Ron en un susurro burlesco. Harry se sobresaltó y sintió su rostro calentarse. Le dirigió una mala mirada a Ron y volvió a bajar la vista.

-¿Quieres uno para cuando Ben esté cerca? -contraatacó Harry. Ron se puso rojo hasta las orejas.

-Vete a la mierda.

-Gracias, que lindo de tu parte.

Se miraron serios unos cuantos segundos, para después terminar sonriendo. Ron negó y volvió a bajar la mirada.

-No creas que no vi la sonrisa de estúpido que tenías ayer -siguió Ron mirando de reojo a Dylan- y no volvieron al dormitorio.

-Estábamos ocupados -dijo Harry encogiéndose de hombros y con una sonrisa traviesa. Ron se atragantó y comenzó a toser fuertemente.

-Desde ya te digo que no pienso escuchar nada de lo que hagan -susurró furiosamente. Harry alzó las cejas.

-¿Y yo sí tengo que aguantarte cuando hables de Ben?

-Touché.

-A todo esto, ¿cuándo les dirás a Hermione y Dylan que eres gay? -inquirió Harry.

-¡Shh! -exclamó Ron mirando hacia todas partes. Al ver que nadie había escuchado aquello, suspiró- es una sorpresa, y lo sabes.

-Hermione gritará como loca -rió Harry. Ron negó con cariñosa exasperación.

El pelirrojo suspiró y sus pensamientos se desviaron muy lejos de la tarea que estaba realizando. Su mente viajó al momento exacto en el que estaba horrorizado por pensar que pudiera ser gay.

Claro que al principio estaba asqueado de sí mismo por pensar que los chicos eran mejores que las chicas, y trató enardecidamente de cambiar ese pensamiento durante todo el año anterior. Llegó a tal punto de desesperación, que tuvo que acudir a su hermano, Charlie, quien creía que no lo juzgaría.

No hay nada de malo en que te gusten los chicos, Ron -escribió Charlie en una carta, respondiendo a la de su hermano menor- créeme que a nadie le interesa si te gustan las chicas, los chicos, o quien sea, mientras tú seas feliz, es todo lo que importa.