31. Feliz Navidad

6.7K 771 814
                                    

Pues sí, la felicidad sólo les había durado un par de horas antes de que todo se descontrolara, de nuevo.

Esa misma noche, Harry había soñado, o visto, Dylan no tenía claro eso, cómo la serpiente de Voldemort atacaba al señor Weasley. El azabache había estado tan exaltado que apenas y podía decir algo. McGonagall se lo llevó a la oficina de Dumbledore junto a los Weasley. Dylan había llamado a Hermione por medio de White, que había ido al dormitorio de la castaña para despertarla.

Ahora ambos estaban en la sala común frente a la chimenea, en espera de noticias.

-¿La felicidad no nos puede durar más? -inquirió Dylan desde el regazo de Hermione. La castaña dormitaba y acariciaba los rulos del chico.

Hermione sólo suspiró y se alzó de hombros, sin saber qué decir. Hacía tan solo horas ambos habían estado tan felices en su propio mundo y ahora...

Dylan se giró y enterró su cabeza en el estómago de su mejor amiga, pidiendo que Harry y el señor Weasley estén bien.

-Dyl.. Dylan.

El nombrado frunció el ceño, pero no respondió. Se aferró a lo que sea que estaba sosteniendo.

-Dylan..

Volvió a fruncir el ceño y, después de procesarlo durante unos segundos, se dio cuenta quién era el dueño de aquella voz. Se levantó y tuvo que volver a cerrar los ojos de nuevo por el mareo que le entró.

Cuando todo dejó de girar, abrió los ojos y pudo observar a Harry frente a él, no mucho mejor de lo que había estado hace unos minutos. Se lanzó a abrazarlo, aliviado.

-El señor Weasley está en San Mungo -murmuró Harry contra el pecho de Dylan. Temblaba un poco y el castaño lo apretó más entre sus brazos.

-¿Tú estás bien? -cuestionó Dylan. Harry asintió y se dejó llevar por la sensación de seguridad que los brazos de Dylan le daban. El castaño giró un poco su cabeza y pudo ver a Hermione dormida en el sofá.

-¿Tendremos que despertarla? -cuestionó Dylan.

Harry tarareó aún con su rostro en el pecho de Dylan.

-Vayamos a dormir, mañana es el último día de clases y después iremos a casa -susurró Dylan. Harry soltó un suspiro pero asintió y se separó de él.

Las clases al día siguiente pasaron tensas y aburridas para ellos tres. Los demás alumnos festejaban el inicio de las vacaciones invernales, sin embargo, ellos estaban bastante preocupados por el señor Weasley. Harry les había dicho que se había negado a ir con ellos, pues creía que aquel era un asunto familiar y que él no figuraba ahí. Dylan intentó no rodar los ojos, pero lo comprendía.

Quien también estaba bastante preocupado era Ben. No se estuvo en paz hasta que le explicaron lo sucedido, pero aún así se mantuvo inquieto.

El viaje de regreso al mundo muggle fue bastante extraño, ya que no contaban con Ron y sus chistes, o él comiendo todo lo del carrito. Hassler, Ben y Lucas se les unieron cuando casi iban llegando a la estación.

Hermione estaba en un rincón junto a Hassler, susurrando y señalando algo de un libro, mientras los otros cuatro hablaban animadamente.

-¿Qué tal te fue, Lucas? Sé que no hemos hablado mucho pero.. -Dylan se encongió de hombros.

-No está tan mal -concedió el Slytherin- y así es mejor. Umbridge tiene un ojo sobre ustedes y no creo que haya sido muy bueno que vea a un Slytherin hablando con Gryffindors. Ya es bastante riesgoso que esté en el ED.

LOVE ME, harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora