LOVE ME, harry potter

34. Feliz Cumpleaños, Knight

-Bien, necesito que me cuenten todo.

Harry y Dylan parpadearon, compartiendo una mirada.

-¿A qué te refieres con..?

Hermione rodó los ojos y se dejó caer en la cama de Harry.

-Ustedes dos, navidad -dijo obvia, para después ladear la cabeza y sonreírles- aunque si también quieren contarme del día de San Valentín no me quejaría. Deben de compensar todo el tiempo que no me contaron lo de navidad.

Harry resopló divertido.

-Traje comida -canturreó Hermione sacando unos platos de su bolso, resguardados con hechizos.

Así fue como minutos más tarde, los tres se habian acomodado de una manera un tanto extraña en la cama de Harry mientras comían algunos postres que Hermione había conseguido.

Al final, habían terminado con Harry recostado contra el respaldo de la cama, Hermione recargada en su pecho cuando se llenó de más con los dulces y la cabeza de Dylan en su regazo. Cabe aclarar que Harry y Dylan habían mantenido las manos y dedos entrelazados la mayoría del tiempo.

Le contaron una visión general de lo que habían hecho ese par de días que pasaron en casa de Dylan, mientras Hermione se había ido a casa de sus padres. En algún punto, White se había subido con ellos a la cama y se acostó, con la cabeza sobre sus patas y su cola moviéndose.

-Quisiera probar esos roles de canela -se lamentó Hermione.

-Esas cosas son la gloria -suspiró Harry.

-Ven a mi casa en el verano -dijo Dylan mirándola- siempre me aburro por que mis padres trabajan y eso.

-Fingiré como que a mi también me invitaste -se ofendió Harry. Dylan rió y rodó los ojos.

-Tú no necesitas invitación, Harry.

-Aún así.

Y Harry apretó un poco la mano de Dylan, haciéndolo sonreír. Hermione los miraba enternecida.

-¿Algo más que contar?

-Bueno.. -vaciló Dylan- mis abuelos y mi padre Edward nos encontraron besándonos en la cocina.

Hermione rió del solo imaginarse la cara de ambos al ser descubiertos, la cara de Harry roja y Dylan queriendo meterse bajo tierra.

-No tiene gracia -se quejó Harry picándole el costado haciéndola reír aun más- fue muy vergonzoso.

-Muy divertido querrás decir -bromeó intentando recuperar el aire. Harry volvió a quejarse.

-Ah, pero no dejaban de hacerle cumplidos a Harry: "tiene unos ojos hermosos", "es muy guapo" -dijo Dylan con voz chillona.

-¿Celoso, Knight?

-Ya quisieras -bufó Dylan. Hermione volvió a reír.

Se quedaron un rato en silencio, escuchando las voces en el pasillo. Hermione intentaba trenzar el cabello de Dylan, algo complicado por sus rizos. Los dulces los habían inducido a un estado de satisfacción y somnolencia. Uno a uno fueron quedándose dormidos, a pesar de que eran alrededor de las tres de la tarde.

Seamus y Dean no quisieron despertarlos al entrar en la habitación, por lo que decidieron que estarían bien en la Sala Común. No fue hasta alrededor de las cuatro y media de la tarde, que Ron abría la puerta del dormitorio con Ben siguiéndolo.

-Sabía que estarían aquí -murmuró Ron. Ben miraba todo a su alrededor, deteniéndose en los chicos.

-¿Siempre han sido así? -inquirió curioso. Ron había abierto su baúl y rebuscaba su tablero de ajedrez.