POV CALLE.
Solo tú y tú. Desnuda me enloqueces. Tú y tú presencia me estremece. Tú y tú calor me pertenece. Eres tú, solo tú. Como me encanta verte al natural. Sentirme un vampiro y morder tu yugular. Dejar esas marcas que te hacen sentir tan mía. Mezclarnos como esta letra y melodía.
2 semanas después.
-Te vez feliz hermana.-dijo Sebas mientras habría mi refrigerador.
-Estoy feliz hermano.-reí mientras sacaba mi pastilla del frasco.
-Nonono.-Sebas me quito las pastillas.-Tu primero vas a desayunar y luego tomarás el medicamento, debes tener algo en el estómago, es mejor.-dijo poniéndome un plato de cereal enfrente mío.
-Si papá.-respondí sarcástica.
Nos sentamos en el comedor para empezar a desayunar, hoy hablábamos más sobre el trabajo y las largas noches que hemos tenido.
-Y me pidió que pase por ella a las 11 de la noche... y tuve que esperar en el lobby del edificio, en el que me quede dormido por cierto, espere hasta las 3 de la mañana ¡3!
-Vaya si que estás tenso.-reí.
-Y eso igual pasó ayer.
-Cálmate Sebas, ¿quieres dormir un rato aquí?
-Estaría bien ¿Sabes a quien pasamos a buscar? A Camila Esguerra... ella y Juliana vienen haciendo esto hace semanas...
-Asi que Juliana eh... Poché me había dicho algo sobre qué ha visto a Camila escabullirse en la madrugada pero no supimos a donde se iba. De hecho le llegué a decir que si me necesitaba me llame.
-Pues no es necesario, esta a mi cuidado.-dijo de manera orgullosa.
Después de desayunar lavábamos los platos, era Domingo y con suerte ambos teníamos libre hoy. Solo teníamos que llevar a las chicas en la noche a casa de Juancho.
-aaaam... Calle será mejor que contestes tu celular...-dijo apuntando mi celular que se encontraba en la mesa.
Cuando lo tome ya había dejado de vibrar y noté 3 llamadas perdidas de Poché. Rápidamente le volví a marcar.
-¿Hola?-dije cuando conteste.
-Hey... ¿estás bien? Te marque y no me contestabas y...
-Solo tenía mi teléfono en vibrador. ¿Necesitas algo?
-¿Puedes venir al departamento? Es que Cami se siente mal... y la estamos cuidando... ¿puedes traer una pastilla para el dolor de cabeza y sushi?
-Estoy ahí en 25 minutos.-colgué.
Sebas me quedo mirando con cara de confusión.
-Rápido, pide sushi y di que lo pasaremos a buscar en 20 minutos.
-¿Todo bien?
-Camila se siente mal...
-Los desvelos...-dijo el recordando.
-Vamos, iremos en mi auto.
Quiero que me beses tu, que me digas cuanto tiempo va a pasar. Para que me dejes ser el hombre que te acompañe en tu hogar. Quiero una vida contigo, más que novio ser tu amigo. Caminar de beso a beso, de boca y hasta el ombligo. Hoy vine a besarte toda. Vine acariciarte toda. Vine pa' robarte entera Y hacerte lo que tu quieras.
Salimos del departamento mientras Sebas ordenaba la comida, conduje hasta el restaurante y esperamos unos minutos para que esté listo. Le extendí mi tarjeta para que pague y bajo a buscar la comida. Me dirigí rápido a la farmacia y baje a comprar las pastillas y luego conducir hacia su edificio.
-Hey eso es para las chicas.-dije viendo cómo comía un pedazo de sushi.
-Noup, ese lo ordene para mi.-rio sacando el empaque.
-Genial igual pague tu 2do desayuno.
-Lo que no comes tú lo como yo.-dijo con la boca llena.
Me estacione frente al edificio de las chicas y tome la comida.
-Llévate mi auto, ven por mi antes de las 7 para que llegues a tiempo con las chicas y yo esperar para llevarlas a ellas-le dije a Sebas.
-Genial, ahora también soy tu chofer.-dijo sarcásticamente.
-Si, pero yo no te pago.-dije bajando del auto.
