Miami, Estados Unidos.
POV Calle.
Las cosas más pequeñas hacen diferencia. Cuando estoy contigo y cuando está tu ausencia
Nunca me importó eso que decía la gente.Yo decidí creerte y amarte ciegamente. Quisiera que entendieras el miedo a no tenerte. No sabes qué es mirarte y sentir que me proteges ¿Será que es imposible soñar eternamente? No quiero despertar ahora que tú estás.Siempre había una chica, con una manera peculiar de vestir y su cabello que cambiaba de colores... a veces más puntas eran azules o completamente azul... a veces rodadas... quizá una combinación de los dos colores.
Había algo en ella que me intrigaba... no solo por qué me parecía linda y misteriosa...
-Ya admite que tienes un crush con esa chica.-me molestó Juliana mientras recorríamos los pasillos en nuestra hora libre.
-Cállate.-rodee los ojos.Siempre entraba al salón y se sentaba al final de la clase. Sin embargo nunca participaba. Jamás lo hacía. Solo sabíamos que ya cruzábamos el último año de universidad... era lo único que sabía de ella.
Me puse a investigar sobre ella por curiosidad a qué nunca la había visto interactuar con alguien y lo que descubrí es que se llama María José Garzón, tiene mi edad...24 y sus calificaciones son muy buenas.
Pero nadie sabía de ella... a penas conocían su nombre y le gustaba pasar por desapercibida por los alumnos.
Así que un día decidí preguntarle a la profesora Sutter. Ella era la única con la que "hablaba". La buscábamos por toda la escuela hasta que la vimos parada mientras metía una moneda en ma máquina expendedora de alimentos.
-Ahi esta Sutter, ve y le preguntas por tu crush, corre que se acaba la hora.-me empujó hacia donde estaba la profesora.
Le di una mirada de reproche y camine un poco más hacia la profesora.
-Hola Profa...-salude.
-Hey, Hola Calle... ¿necesitas algo? ¿Ayuda o...
-Nono... bueno si... quiero saber algo.
-Si quieres podemos ir al salón y...
-Creo que me puede responder aquí...-la Interrumpí y me miro extraña.
-¿Que necesitas saber?
-Sobre María José Garzón...Ella me miro sorprendida y suspiró antes de su explicación.
...
Estás, estás, estás aquí en mi mente. Como un disco rayado, tú estás, tú estás
No quiero perderte. Es que tú estás, tú siempre estás en mi mente. La melodía que está, tú siempre estás...Te tengo presente.Estaba en casa de Juliana y procesaba lo que me habían dicho de la chica. No era algo difícil de entender, simplemente todo cobraba sentido.
Juliana solo disfrutaba un rato de la música que sonaba por su habitación y cuando termino de bailar su canción favorita del día se echo a la cama. Y yo miraba desde el sofá que tenía ahí.
-¿Por que crees que nunca habla?-se refería a Garzón.-Quizás es muda.-soltó una risa.
-ES POR QUÉ SI ES MUDA, IDOTA.-conteste.Ella levantó medio cuerpo apoyándose en sus codos y me miro.
-¿De verdad? Tiene sentido. Nunca habla.-admitió.
-Ya se que hacer.-dije levantándome del sillón.
-¿Que? ¿Aprenderás hablar en señas?-rió.Yo sonreí por la pregunta... mi idea era enviarle notitas... pero esa era mejor.
-Creo que te acabo de dar la idea más bien...-reconoció.
-En efecto amiga.-tome su computadora para investigar.
-Oye pero ella es muda, no sordomuda... entonces puede entenderte...
-Lo sé... pero quiero entenderla a ella igual.-dije viendo la computadora.
-Ay... el amor...-dijo dando vueltas en su cama.
-Tu aprendiste a recitar poemas y lo hiciste en aquel café solo para gustarle a Cami cuando trabajaba de mesera ahí.-le reproche.
-Si pero... ahg ponte a estudiar las señas.-se rindió.