POV CALLE.
Chicago, Estados Unidos.
Con el alma media hasta el dia en que te vi partir. La bandera que plantaste aqui en mi pecho nena sigue ahi. Tu tacón en la escalera, un retumbe en la pared de mi cabeza. Y la gana de cantarte se aparece a veces de sorpresa. En busca de aquel amor...Zarpo mi velero sorcando tu voz. El tiempo me preguntó si quiero sanarme y le dije que no.
Justo me encontraba en el bar donde la conocí. Tal vez encuentre algo más que diversión o tal vez solo me atormenten los recuerdos. Desde hace un rato llegué y perdí la cuenta después del sexto trago. En lugar de olvidarme de ella los recuerdos me invadían. No se que hora es y no quiero saberlo. Esta es la forma más ridícula e inmadura de tratar de olvidarla, pero no quise quedarme otra noche en mi casa solo escuchando música. Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde y lo acabo de comprobar. Como si fuera una película que en mi mente da replay y reinicia una y otra y otra y otra vez lo qué pasó. El barman me llena mi vaso con vodka, o creo que es solo agua ya. Me da una mirada de comprensión y me dijo que esa va por su cuenta. No me sentía embriagada, me sentía más perdida que encontrada en estos momentos.
*flashback*
-¡Ya estoy harta de esto, Calle! ¡Últimamente es pelea tras pelea!
-¡Ya lo sé! No se que me pasa... se que mayormente las inicio yo...-trate de decir con más calma.
-Cuando lo sepas... yo ya estaré buscando a alguien más.
-¿De que hablas?-pregunté preocupada.
-Me voy Calle...yo no soporto más esto.-dijo abriendo el closet.
-No, Nono por favor no te vayas.-pedí desesperada.
Ella sacó una maleta del closet y como sea metió sus cosas, todo pasaba tan rápido en este momento que no sabía que hacer. Estaba congelada, debería estar deteniéndola. Creo que ella eso espera que haga pero se que igual sería imposible. Veo como abre la puerta, me voltea a ver y no pude descifrar su mirada, era una mezcla de furia, decepción y dolor. Ella sale de la habitación y escucho como baja las escaleras, salgo para verla... para verla irse.
-Poché.-dije para que voltee a verme.-No dejaré de amarte.-dije al sentir mis ojos llorosos.
-En lugar de decirlo, demuéstralo.-dijo firmemente.
Corrí hasta el final de la escalera y la detuve, la tome de la cintura y la besé, era un beso lleno de esperanza, por que tenía esperanza a que se quede.
-Será muy difícil olvidarte.-dijo con lágrimas.
Y eso terminó de romper mi corazón.
*Fin del flashback*
Malditasea ya pasaron 2 meses.
Para olvidarte quieren venir a curarme. Con intenciones de darme, otra una dulzura un alfajor. Pero yo ta probé tu sabor, no vengan a darme otros besos. Yo me he casado con estos de tu piel. Aunque nunca me los des.
-Noches difíciles eeeeh.-dijo una chica sentándose a mi lado.
-Muchas noches difíciles.-asentí la cabeza.
-¿Amor no correspondido?
-Amor arruinado por actos estupidos.
-Tal vez yo pueda ayudar...
-¿A que te refieres?
La chica me tomó de la mano y me guió a las mesas de billar que habían hasta el fondo, me dio un taco y puso las bolas en el centro de la mesa.
-¿Sabes jugar?-preguntó.
-Soy invencible en esto.-dije engreídamente.
-Bueno, eso ya lo veremos, quien gane paga los tragos.-dijo segura.-Por cierto Soy Juliana.
-Dime Calle.-guiñe el ojo.
Era la última ronda y si fallaba yo tenía que pagar los tragos. Me concentre bien y al tirar no fallé. Célebre con otro trago que había en la mesa, Juliana se reía de la manera en que celebré. La mire a los ojos y el se quedó mirándome de la misma forma, sabía que esto estaría mal pero quiero olvidar a Poché. Lentamente me fui acercando hasta besarla en los labios, ella no reprochó o hizo algún intento de impedirlo. La acerque más a mi y apreté más su cintura. Ella se separó de mi, me tomó de la mano para guiarme a la pista de baile.Ella comenzó a moverse al ritmo de la música y yo la seguí, sin duda sabía moverse bien, comencé a barloar tratando de seguir su ritmo, extrañaba bailar. Sentí que me jalo de la muñeca para acercarme a ella, me tomó de sorpresa pero cuando me besó le seguí. Bailábamos como podíamos mientras nos besábamos, de pronto la música ruidosa ya no me importaba y sentía más calor de lo normal.
