Los rayos de Sol se colaban por la pequeña línea que había entre cortina y cortina, un espacio diminuto que permitía la entrada de luz a la habitación.
Alguien gruñó a mi lado, abrí los ojos lentamente. Blake. Lo admiré durante unos instantes, mi mano viajó lentamente hasta su rostro, el cual acaricié sutilmente. Deje caer un beso en sus labios, un tanto hinchados. Seguí observando cada esquina de su rostro, cada facción, sus largas pestañas oscuras, que cubrían sus ojos. Sus manos seguían rodeando mi cintura.
Deseé que las horas no pasaran, que los minutos se detuvieran y que los segundos se volvieran eternos. Deseé estar en sus brazos toda una vida, estar entre caricias y besos por siempre. Solo quería sentir una cosa, un tú y yo, un nosotros. Queria estar con él toda la vida.
Sus ojos se abrieron lentamente y sus labios dibujaron una pequeña sonrisa.
- Buenos días. - Su voz era ronca y sonaba de una forma muy sexi.
- Buenos días. - Sonreí.
Como una persona podría estar tan bella recién levantada, cómo podía amarlo de esa manera incluso después de todo. El amor era demasiado complicado, y se había apoderado completamente de mí. El amor hizo que tomara mi corazón y se lo entregara por completo a Blake, sin previo aviso. Hace que suspiré cada vez que lo vea. Las mariposas de mi estómago revolotean de un lado a otro, y no paran quietas, por culpa del dichoso amor y del dichoso Blake.
Nos quedamos un instante mirándonos a los ojos. Su mirada era tan profunda, que me perdí en ella. Haciendo que perdiera totalmente el norte por ellos, por sus ojos, la noción del tiempo y hasta mi orgullo.
Su teléfono vibró en la mesilla de noche, pero lo ignoró. Lo ignoramos, nuestra atención se desviaba a nosotros, a nuestros ojos, a nuestros labios. Cortamos la poca distancia que había, uniendo nuestros labios. Sentí felicidad, amor y pasión, sentí que ahora sí, el tiempo se detenía, que solo importamos él y yo.
Su teléfono volvió a vibrar.
- Puede ser importante. - Susurre aún sobre sus labios.
- No más importante que tú. - Volvió a ignorar su teléfono.
Sonreí y volví a besarlo. Hasta que de nuevo su teléfono volvió a vibrar.
- Cógelo. - Le ordené.
Bufo y sus brazos se extendieron hasta su teléfono.
- Ya puede ser importante James. - Exclamó molesto. - ¿Cómo lo sabes? ¿Ahora? De acuerdo, ¿estás seguro? Vale, ¿tú también vas? Okey, gracias.
Colgó el teléfono y se dirigió de nuevo a mí, acariciando esta vez mi cabello.
- James a dicho que van al centro comercial, a comprar cosas para esta noche. Que si quiero salir este es el momento.
- ¿Cómo lo sabe? - Pregunté frunciendo el ceño.
- No lo sé. Me ha dicho que cuando se vayan dará un pequeño toque en la puerta.
Suspiré y me levanté de la cama. Fui al baño, cogiendo antes unos shorts, un top corto y mi ropa interior. Me metí en la ducha, y dejé que el agua recorriera cada centímetro de mi cuerpo. Salí y me sequé el cuerpo, me lavé los dientes y me cepille el cabello, haciendo en este un moño.
Al salir Blake ya no estaba. Supongo que James ya había llamado a la puerta. Mi barriga rugió como una pequeña bestia, tenía hambre, caminé hacia la habitación de Blake. Heche un vistazo por toda la casa, antes, y sí, se habían ido todos. Toqué su puerta.
- ¿Te apetece desayunar algo? - Mi vista se desvió hasta su torso desnudo, que aún me sorprendía, y la toalla que cubría su cintura.
- Sí, me muero de hambre. - Él sonrió, dándose cuenta de que mis ojos no estaban en los suyos.
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𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂 𝚂𝙸𝙽𝙲𝙴𝚁𝙾𝚂 •1• ✔
Romance☾︎ 𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊 ☽︎ *EN EDICIÓN* Serán únicos al compartir su amor y tan distintos al rendirse. Bella y Blake son jóvenes, inexpertos y con un mal pasado en el amor, que les hace dudar de cada paso que dan. Asimismo, las mentiras, la poca crali...