Capítulo 4. La cena

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Era sábado y me podía permitir el lujo de dormir un poquito más. Quería ir a correr, así que me puse mi ropa de deporte, me lavé un poco la cara y salí de la habitación. Me coloqué mis auriculares y puse mi lista de reproducción.

Hacía un día espectacular. El Sol brillaba y la temperatura era agradable. Me pasé por la cafetería, para desayunar algo. Me pedí mi mitico café con leche y una tostada de aguacate. Termine de desayunar y empecé a correr.

Disfrutaba esos momentos sola, estar desayunando en una mesa mientras me organizo en mi mente lo que quiero hacer. Correr, escuchando mi música favorita. Era genial estar sola y disfrutar de una misma.

Después de una hora y media corriendo, me dirigía de nuevo a la residencia. Pase por Pub's Jon's y pedí una ensalada y un agua para mi almuerzo. Me senté en la barra mientras esperaba. Mara apreció con River, James y Sasha.

- Hacía que no te veía mil, ¿qué tal estás? - Sasha se acercó a darme un abrazo.

- No hace tanto, no seas exagerada. - Reí. - Estoy bien, ¿y tú que tal?

- Bien, oye dan una fiesta buenísima hoy, ¿te apuntas?

- No, lo siento, tengo planes.

- Oh, ¿y se puede saber con quién?

- Blake y yo hemos quedado para cenar.

- Espera, ¿Blake y tú estáis . . . ? Ya sabes.

- No. Es una cena de amigos.

- Guay. Bueno después nos vemos, me esperan. - Se despidió de mí y se fue a la mesa con los chicos.

Cogí mi ensalada y mi agua que ya tenía lista y me dirigí a la residencia.

Entre en mi habitación y deje la bolsa en el escritorio. Todavía faltaba bastante tiempo hasta la hora de la cena, así que aproveche, me puse un poco de música y ordené mi habitación. Coloque la cosas que no me dio tiempo a poner en el armario. Ordene el escritorio.

Cogí el cesto de la ropa sucia y me dirigí a la lavandería de la universidad. Y allí estuve durante más de una hora, entre lavadoras y secadoras. Terminé mi colada y me dirigí de nuevo a mi habitación. Coloque de nuevo las cosas ya limpias en el armario y puse sábanas nuevas a la cama. Pasé la mini aspiradora que me había regalado mi madre y listo, habitación limpia.

Terminé mis tareas y decidí ir a la biblioteca. Me puse una camiseta y cogí mis cosas.

Estuve en la biblioteca bastante tiempo, los sábados cerraban a las cinco, así que estuve hasta que cerraron.

Me dirigía de nuevo a la habitación. Esta vez para comerme mi ensalada y para darme un baño.

Entré en la habitación y dejé mis cosas en el escritorio. Me puse una serie y empecé a comer.

Eran las seis, para hacer un poco de tiempo hasta las nueve, llamé a mi madre.

Llamada saliente con mamá.

- Hola mamá, ¿qué tal estás?
- Hola cariño, estoy preparando unas cosas para el viaje. ¿Y tú qué tal estás?
- Igual que ayer mamá. Bien. He estado haciendo unas cosas, limpiando la habitación, haciendo colada y fui a la biblioteca.
- ¿Has comido?
- Sí mamá.
- ¿A qué hora tienes la cena con ese chico?
- A las nueve. ¿Cuándo os iréis de viaje?
- El lunes tenemos el vuelo.
- Genial, bueno mamá te dejo haciendo tus cosas, ya iremos hablando. Te quiero.
- Oye oye, ¿qué te pondrás para la cena?
- Me podré el vestido negro que tiene un raja en la pierna.
- Me gusta ese vestido. Oye Bella, ten cuidado por favor. Te quiero.
- Yo te quiero más mamá, adiós.

𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂  𝚂𝙸𝙽𝙲𝙴𝚁𝙾𝚂 •1• ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora