Capítulo 41. Piensa en ti

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Podía pasarme la vida durmiendo y comiendo, ah, y teniendo sexo. Aunque Blake está haciendo que mis ganas de arrancarle la ropa con la mirada, disminuyan. ¿Necesita más indirectas para saber que quiero follar con él? Es que más clara no puedo ser.

En fin, son las nueve de la mañana, y sí, soy yo. Blake me a levantado para ir a desayunar, en esta casa los horarios son muy estrictos, aunque no me importa.

Me di una ducha y camine fuera del baño en ropa interior. ¿Quién me pondría a mí a comprarme este tipo de ropa interior? O sea es sexi, sí, pero se supone que se usa en una cita en la que sabes que habrá eso que yo no tengo, sexo. Contaba con un bralette de encaje, y sí, ese encaje negro no dejaba nada a la imaginación, no había nada que enseñara tanto como aquello, aunque no me incómoda, todo lo que me haga sentirme bien, bienvenido sea. En fin, lo demás tampoco tenía nada de especial, refiriéndome a la braga, común sin más, de encaje, aunque eso sí, no era braga, sino tanga. Pero en fin, me gustaba esa combinación.

Puede que mi intención en la vida era convertirme en una diosa, no lo sé, quizás.

Dejemos de hablar de ropa interior, y pasemos al meollo del asunto. Aunque no me molesta seguir hablando de esto. En fin da igual.

Salí de la ducha, no me había lavado el cabello, con lo cual lo dejé suelto, cayendo por mi espalda. No me moleste en salir así, para elegir la ropa de ese día. Aunque lo debería de haber pensado mejor, ya que Blake tenía acceso ilimitado a mi habitación, y se metía cuando le daba la gana. Que es lo que habia ocurrido ahora.

Me miró de arriba abajo, casi con la mandíbula cayéndose al suelo. Siempre he pensado que ver a alguien en ropa interior no es nada del otro mundo, es igual a un traje de baño. A diferencia de que esta ropa interior, no te deja pensar nada, sino más bien observar. ¿Entendéis por dónde voy?

Me quedé petrificada, no me moví de mi sitio. Blake estaba tumbado en cama, sin moverse tampoco. Solo se limitaba a mirarme, sin decir nada. Recorrió casa espacio de mi diminuto cuerpo, y me devoró con los ojos. Me sonroje, pero aún así, no podía moverme. Mis piernas temblaban, y mis manos sudaban, el caso es que todo mi cuerpo temblaba y sudaba.

- Buenos días a ti también. - Se mordió el labio inferior.

Entonces reaccionar y entre rápidamente en el baño, me puse al rededor de mi cuerpo una toalla y salí de nuevo.

- ¿No sabes llamar? Es mi privacidad. - Dije casi asesinándolo con la mirada. 

- Lo hice, y no contestaste. - Suspiro. - Ahora hablemos de tu ropa interior.

- Hablemos de que te vas ya.

Hice que se levantara y lo heche de la habitación. El fuego subió hasta mis mejillas, y se expandió por todo mi cuerpo. Soy valiente solo cuando habló sola.

Camino rápidamente por toda la habitación, y me detengo cuando escucho unos golpes en la puerta.

- Tienes que estar lista en diez minutos, el desayuno es a las nueve y media. - Me aviso Blake. - Aunque si quieres saltartelo y dame un show privado no me importa.

Decidí no contestarle y rebusque entre mi ropa. Tenía el leve presentimiento de que fuera como fuera, la madre de Blake me seguiría llamando pueblerina. Aunque no me importaba, porque ella no era nadie para definirme de ninguna manera. Y tampoco tendría ni un problema si realmente lo fuera, merecemos respeto, todos, seamos del sitio que seamos. 

Ser de ciudad no te hace ser mas inteligente que los demás, siempre lo he pensando. Ser tu mismo, seguir tus ideales, tus raíces, reconocer de donde eres, eso es lo que te hace ser inteligente. No fardar que vienes de un sitio, de ser alguien que no eres o simplemente inflarte como un pez globo diciendo que tienes dinero. Inteligente es demostrar que no te importa la gente que vista con ropa de hace mil temporadas, ser amable con todos sin mirar su cartera o su cuenta de banco. Ser inteligente es ser alguien, ser tu mismo, el mismo que salió de casa esa mañana sonriendo, no la arpía venenosa que se cree mas que nadie por ir a la última, tener dinero o tener una casa llena de lujo. Eso es ser hipócrita, no inteligente.  

𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂  𝚂𝙸𝙽𝙲𝙴𝚁𝙾𝚂 •1• ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora