Capítulo 42. Deseo

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N/A

Chiquisssss!!! Os quería avisar de que este capítulo es largito, pero creó que si lo hubiera partido en dos hubiera perdido toda le emoción.

Ya podéis adivinar de qué va.

Espero que os guste!!!!! Besosssss!!!

........

Podía sentir toda la adrenalina correr por mis venas mientras caminaba en dirección hacia el castillo. Blake se me habia adelantado, para recibir a los primeros invitados, mientras que yo luchaba con la cremallera de mi vestido, hasta que al fin logré abrocharla.

Mientras caminaba me limité a dejar mi mente en blanco. No creó que pensar en todo lo malo que me asechaba últimamente me haría algún bien. Además tendría que estar preparada, Pia estaría allí, y yo no necesitaba más escenitas que me dejarán en ridículo delante de tantas personas.

Ya había anochecido, y el poder que tenía la Luna de iluminar era increíble. Me detuve a observarla durante unos instantes, antes de seguir caminando.

Llegué al fin delante de aquel castillo, subí las escaleras y dos señores con traje se situaban a los lados de las puertas.

- Buenas noches, señorita. La fiesta acaba de comenzar. - Me dice unos de ellos.

- De acuerdo, gracias.

Entonces casi a la misma vez abrieron las puertas, y yo dejé escapar un grito ahogado, pero silencioso, aquello estaba lleno de gente que ni siquiera conocí. Deje el vestido en el suelo, ya que, lo había elevado un poco para poder subir las escaleras, y caminé hasta dentro.

Allí me detuve, y me limité a observar, necesitaba encontrar a Blake. Y lo vi, pero él a mí no. Los primeros murmullos se comenzaron a escuchar, mientras me miraban.

- ¿Quién es?

- ¿La hija perdida del padre?

- No creó. Ni siquiera se parecen.

- ¿Entonces quién es?

- ¿Crees qué es la novia de uno de los hermanos?

Obvie todo aquello y me limité a observar toda la sala, abarrotada de gente, pero estaba segura que si el peso de sus ojos recaía sobre mí, lo notaría.

Aparte un mechó de mi cabello, y me relami el labio, ya desesperada. Por más que mis ojos lo buscaban no daban con él, y allí seguía, sin mover ni un músculo, buscándolo. Saqué mi teléfono para poder llamarlo, cuando al fin escuche su voz.

- ¿Me buscabas? - Sus ojos conectaron con los míos.

Comenzó a acercarse a mí, dio pasos lentos pero con firmeza, como si solo importara sostenerme la mirada mientras se acercaba a mí.

Su postura, como caminaba hacia mí, como le quedaba aquel traje y lo atractivo que lo hacía ser, hizo que todo a mi alrededor desapareciese, porque nuestros ojos estaban conectados de tal manera que solo podíamos vernos a nosotros. En cambio, los murmullos no cesaron, y los ojos que nos miraban eran cada vez más.

- Ahora entiendo por qué no querías que viera el vestido. - Dijo en un aliento, casi susurrando.

- Ajá, y por qué crees que fue. - Mi tono de voz se había vuelto seductor, como si todo dependiese de eso, de seducir, de seducirlo a él.

- Pues por esto. - Señaló mi cuerpo.

- Ah, por esto. - Hice el mismo gesto qué el. - Pues no sé, quizás . . . en fin . . . quería estar a la misma altura que tú.

𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂  𝚂𝙸𝙽𝙲𝙴𝚁𝙾𝚂 •1• ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora