Salí por la puerta casi corriendo una maratón, mi cerebro no paraba de pensar en el rico café y en aquella galleta con pepitas de chocolate, de la cafetería del campus. Me senté en una mesa y mientras esperaba me limité a observar por la ventana. Ajena a todo lo que pasase a mi alrededor y solo observando una cosa.
A él.
Su forma de caminar. De sonreír. De besar. De mirar. De mirarme a mí, y a través de mi piel. De ser parte de mi ser. Y de unir las piezas perdidas de mi puzle, o incluso reemplazarlas.
- Un solo para mí, por favor. - Lo escuché decirle a la camarera.
Dirigió la vista hacia mí y sonrió de forma tierna, casi abrazándome con ella. Camino hacia mí, pisando el suelo como si de nubes de tratase. Me limite a curvar mis labios y a mirar cada paso que daba.
- Hola. - Se sentó frente a mí y cogió mi mano, hasta posar sus labios en ella y entonces besarla.
- Hola. - Fue lo único que logré decir.
- Aquí tenéis chicos. - La camarera dejó nuestros cafés, y mi galleta en la mesa y se marchó.
- ¿Qué haces esta tarde? - Me pregunta dando un sorbo a su café.
- Nada, estudiar. - Moví mis hombros.
- Quiero enseñarte algo.
Lo miré extrañada. Ese algo no me inspiraba confianza.
- ¿Algo?
- Un lugar. Te recojo a las cinco.
Dio unos toques en la mesa y se marchó.
Querido Blake no he accedido a ir contigo a ningún sitio. Vaya listillo.
Termine de almorzar y fui a casa. Estudié y después seguí estudiando. Horas después hice la comida, y me preparé porque Blake estaría al caer.
- ¿Dónde vamos? - Le pregunté montantandome en su coche.
Se limitó a conducir mientras sonreía. Lo odio. Sí. Ahora mismo lo hago mucho. Odiarle, no lo otro, aunque no me importaría. Bueno, ya, Bella, control en tus hormonas niña.
- Me llevas a demasiados lugares. - Me burlé.
- Lo sé.
Un camino rodeado de árboles quedó justo delante nuestra. Unos cinco kilómetros más adelante Blake detuvo el coche y se bajó de él. Debido a que tenía dos opciones, una, seguirlo y dos, quedarme en el coche, y la verdad ningún de las dos me convencía, lo seguí.
- Vamos. - Extendió su mano y yo la tomé, no quería morir en el intento de bajar por ese camino lleno de piedras.
Poco a poco pude ver a que magnífico lugar me había traído. Un lago rodeado de árboles y con el sonido de los pájaros animando el ambiente.
- En la década de los cuarenta unos chicos vinieron aquí, se bañaron y desde entonces no los volvieron a encontrar. Sus cuerpos desaparecieron por completo. - Su voz parecía sacada de un cuento de hadas.
- ¿Y qué hacemos aquí? - Lo miré sin entender nada.
- Dicen que en medio hay una corriente de aire que te succiona hacia dentro y te lleva a otro mundo.
Me quedé en silencio. Aunque ni siquiera sabía que decirle.
- ¿Se puede saber qué haces? - Le pregunté mientras veía que se empezaba a quitar la ropa.
- Vamos a bañarnos.
- Estas loco. No voy a hacer eso.
- Oh, vamos. ¿A qué le tienes miedo?
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𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂 𝚂𝙸𝙽𝙲𝙴𝚁𝙾𝚂 •1• ✔
Romance☾︎ 𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊 ☽︎ *EN EDICIÓN* Serán únicos al compartir su amor y tan distintos al rendirse. Bella y Blake son jóvenes, inexpertos y con un mal pasado en el amor, que les hace dudar de cada paso que dan. Asimismo, las mentiras, la poca crali...