Aesop Carl

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No te conozco.

Caminabas por la mansión evitando encontrarte con Aesop, tu pareja

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Caminabas por la mansión evitando encontrarte con Aesop, tu pareja. Últimamente había estado actuando extraño cuando se encontraban juntos, decidiste que quizá es porque eras muy melosa y debías darle su espacio, había pasado mucho tiempo con Emily estos últimos meses y aquello no te daba para nada buena espina, si bien no te había dado hasta ahora razones para desconfiar de el, en quien no confiabas era en la doctora, pues hacia tres meses hablando con tu hermana Emma, accidentalmente te había contado del amor que Emily tenía por tu novio.

—¡____! –escuchaste su voz detrás de ti, estaba un poco lejos pero decidiste fingir que no habías escuchado y continuaste caminando.

Aquello lo dejó confundido, pensó que quizá debía ir tras ti, pero tal vez necesitabas tiempo a solas o simplemente no lo habías escuchado. Te preparaste para la partida que pronto comenzaría, miraste tu equipo que estaba conformado por Emily, Norton y Aesop. Con el segundo tenías una relación muy buena, incluso habías llegado a creer que estabas enamorada de él, claro, todo esto antes de que tus sentimientos por Aesop florecieran, al final eran inseparables, el topógrafo era como un hermano para ti.

Su cazador sería Leo por lo que realmente no te preocupabas mucho, la mayoría de las veces los muñecos pasaban de ti. Tu habilidad no era nada extraordinario, podías poner cámaras y sensores en el mapa con los cuales sabías el punto exacto donde se encontraba el cazador. Eras muy útil en algunas partidas o contra unos cazadores como Jack, que utilizaba su invisibilidad a su favor.

—Suerte. –sonreíste ante el comentario de Campbell.

—Igualmente. –respondiste educadamente, Aesop imitó tu gesto.

Faltaban dos máquinas por decodificar y hasta ahora la partida iba bien, miraste tu muñeca donde se encontraba una pantalla que mostraba un punto rojo y tres amarillos moviéndose alrededor del Asylum. Norton había estado conteniendo a tu padre toda la partida recibiendo de vez en cuando un golpe que Emily se encargaba de curar y Aesop, bueno, debía estar por ahí decodificado otra máquina. La máquina en la que estabas llevaba el 90% decodificado cuando tiraron a Norton, ya que eras la más cercana a el, indicaste a tu equipo que siguieran con la decodificación mientras salvabas a Norton.

Terminaste la máquina justo cuando el topógrafo fue colocado en la silla cohete, te armaste de valentía y comenzaste a correr hacia el lugar mientras veías tu muñeca, Leo estaba al otro lado del mapa buscando a los demás, pero estabas segura de que había dejado uno de sus muñecos para teletransportarse. Te acercaste a Norton y lo desataste mientras corrías detrás de él sirviendo como escudo humano, así no volverían a tirarlo y les brindaba más tiempo para decodificar la máquina restante. Minutos después se encontraban frente a una de las puertas listos para salir, mientras curabas a Norton el primero en llegar fue Aesop, ni siquiera te dignaste a mirarlo, seguiste vendando el brazo de Norton que tenía un corte que se había hecho con una puerta dañada huyendo de tu padre.

—Gracias ____. –fue lo que dijo en cuanto terminaste de envolverlo, asentiste.

—Emily ya tardó mucho. –suspiraste y te levantaste del suelo, dónde habías estado sentada segundos antes.

—Se las sabrá arreglar, es doctora y puede curarse sola. –a pesar de que no querías sonar mal, te habías escuchado muy mal.

Aesop se giró y te miró indignado, frunciendo sus cejas. Norton rascó su nunca sintiendo la tensión que se formó en al aire.

—¿Cuál es tu problema con Emily, ____? –abriste los ojos con sorpresa y reíste irónicamente.

—¿Qué cuál es mi problema? tal vez sea que mi novio pasa más tiempo con ella que conmigo. –te cruzaste de brazos.

—Eres celosa y posesiva ____, cuando te pedí que fueras mi novia no eras así, no te conozco. –sus palabras fueron como un taladro en tu corazón.

—No, yo soy la que no te conoce. –tu rostro se suavizó, pero no te mostrarías débil ante el. –Algunas veces me haces sentir como si estuviera loca y otras siento que me odias.

Se sintió avergonzado, no sabía lo mal que te sentías respecto al tema.

—Necesito saber, ¿quién eres? porque no eres el chico del que me enamoré. –esta vez fueron tus palabras las que comenzaron a destrozar su corazón.– Algo cambio, no eres el mismo y lo odio.

Intentó acercarse a ti y abrazarte, pero colocaste tu mano en su pecho y lo empujaste lejos de ti mientras tus ojos se humedecían.

—Estoy harta de esperar tu amor, tal vez no eres el indicado y estoy segura de que no soy la única. –intentó excusarse. –No me digas mentiras, Aesop.

Norton que observaba todo aún sentado en el suelo sintió una mezcla de incomodidad, tristeza y enojo, sin embargo, no dijo nada y prefirió mantenerse callado, era mejor no interferir cuando Aesop y tú discutían.

—Y-yo, _-____ –una mueca se formó en tus labios, te dolía demasiado lo que estabas haciendo, pero sabías que era por tu bien, por el de nadie más.

—Es mejor que solo seamos compañeros, te deseo lo mejor con Emily. –miraste a Norton y moviste tu cabeza señalando la salida. No necesitó que dijeras nada más, se levantó del suelo y salió del lugar junto a ti.

En el trayecto a la mansión no dijo nada, un largo y cariñoso abrazo fue suficiente para hacerte sentir mejor, al siguiente día ya era noticia, Aesop y tú habían terminado por una infidelidad. La mayoría, quizás todos se molestaron con Emily, ¿cómo había podido hacerte eso? y decía ser tu amiga, claro, con esos amigos ¿para que enemigos?

Una semana después Aesop y Emily habían formalizado su relación. Para la sorpresa de todos lo tomaste muy bien, pues seguías tratándolos como miembros de tu equipo y los rescatabas cuando se encontraban en aprietos.

—Hola. –saludaste a tu hermana que se encontraba en el jardín, sólo te miró.

Sus ojos estaban hinchados y sus mejillas empapadas. Te acercaste de inmediato a ella preocupada, pues siempre solía llevar una sonrisa y quería alegrarle el día a todos los que se cruzaran en su camino.

—¿Qué sucedió? –preguntaste sentándote a su lado y extendiendo los brazos, de inmediato se refugió en ellos.

—Y-yo la qu-ería –habló entrecortadamente, una mueca se formó en tu rostro, sabías de que hablaba.

Vamos Em, ella no te merece. –suspiró mientras regulaba su respiración después de haber estado llorando. –Además, se perfectamente que te gusta alguien más y noté que el también siente lo mismo. –intentaste animarla, sus mejillas tomaron un color rosado.

Tal vez tu hermana mayor estaba confundida y no era amor, sino admiración por la doctora, en el tiempo que la habías observado te diste cuenta de sus sentimientos por "la aspiradora de donas", como le habías apodado.

—Oh, estoy segura de que a quien amas realmente es a la aspiradora de donas, ¡Norton por favor bésame! –exageraste la voz de tu hermana, haciéndola reír.

—¡Basta, ____! –secó sus mejillas y talló sus ojos, te dió un leve empujón mientras reía, sabías a la perfección como sacarle una sonrisa.

Chérie - identity v | o.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora