- ̗̀🥀┊Con este libro de one-shots, les traigo
capítulos con sus personajes favoritos.
- ̗̀🥀┊Actualizaciones lentas.
- ̗̀🥀┊Se recomienda leer el libro con el
fondo negro para poder apreciar mejor
los separadores, disfruten la...
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Mi mirada se clava en el techo de la habitación pensando en que es lo que debería hacer, ¿podía confesarle lo que sentía? después de todo, estaba seguro de que mis sentimientos no eran recíprocos y tendría una carga menos sobre los hombros pero, ¿y si después de decirle se distanciaba? No era el único amigo que tenía en el lugar, pero definitivamente era mi humano favorito y con quién pasaba buenos ratos.
Giré sobre la cama quedando boca abajo y suspiré, no esperaba que personas como yo tuviéramos este tipo de problemas, aunque claro; todos habíamos sido humanos en algún momento y teníamos sentimientos, el ser vampiro no te los quitaba. Al contrario, algunas veces los intensificaba.
¿En qué momento esto comenzó a ser cada vez más intenso? cada vez que pasaba un rato con el sentía como crecía más y más. No sabía cómo detenerlo, ni siquiera en vida había llegado a sentir algo como esto por otra persona. Unos toques en la puerta me obligan a dejar de pensar en ello, me levanto con pesadez y me dirijo hacia la puerta para así abrirla, encontrándome con Michiko.
—¿Ocurre algo? –pregunto, pero al instante recibo un golpe con el abanico que por lo general lleva.
—Estamos esperando a que vayas al comedor desde hace diez minutos –confundido observo el reloj, ¡había olvidado que teníamos una cena importante!
—Lo olvidé, el tiempo me pasa volando –ella solo niega con la cabeza y comienza a caminar conmigo detrás de ella.
El trayecto al comedor es silencioso, hay un silencio en toda la mansión lo cual es extraño tomando en cuenta que es un día festivo. Puedo comenzar a oler desde donde nos encontramos el pavo que han cocinado, debía admitir que olía bastante bien.
—Llegamos, disculpen el retraso –es lo primero que digo al llegar a la habitación y tomar asiento como siempre entre Eli y Naib.
—Estábamos por comenzar sin ti, tenemos hambre –responde Jack divertido, sonrío.
—Saben que no puedo consumir tanta comida humana pero agradezco que se tomaran la molestia de esperarme –podía consumir comida humana, sí; pero si no bebía sangre o comía mucha, me enfermaba.
—Creí que los vampiros sólo podían beber sangre –una sonrisa divertida se dibuja en mi rostro mientras niego con la cabeza.
—No creas todo lo que miras en la televisión, Martha –la sangre sube a su rostro y sonríe de lado.
—¡Bien! ¿Qué esperamos? –Mary se levanta de su asiento y comienza a cortar el pavo para servirlo en los platos.
