Jack x Naib

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Idiota.
Advertencia; contenido homosexual.

Y ahí se encontraba, miraba como el chico de verde reía con Martha, a quien envidiaba profundamente, en realidad deseaba poder estar en su lugar y pasar tiempo con el, más las cosas no eran así; no en público al menos

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Y ahí se encontraba, miraba como el chico de verde reía con Martha, a quien envidiaba profundamente, en realidad deseaba poder estar en su lugar y pasar tiempo con el, más las cosas no eran así; no en público al menos. En el momento que sus miradas se encontraron, señaló con su cabeza la cocina y después de negarse tres veces, terminó accediendo caminando detrás de el luego de despedirse de su amiga. Apenas entrar al lugar suspiró, sabía a la perfección lo que el más alto le diría, no era la primera vez que lo hacía en los pocos meses que llevaban saliendo en secreto.

—Ya te dije que Martha es solamente una amiga –se cruzó de brazos, Jack negó con la cabeza.

—No quería hablar de eso, idiota –la última palabra lo dijo con un toque de broma, frunció su entrecejo.

—¿Entonces? –preguntó mientras su cuerpo se apoyaba en el refrigerador y miraba a su pareja.

—¿Cuánto tiempo serán así las cosas? –la pregunta lo tomó desprevenido, pues sus ojos se abrieron como platos y buscó las palabras correctas, balbuceando un poco.

—Uh...yo no –arrugó un poco su nariz y chasqueó su lengua –No lo sé.

Jack simplemente asintió, lo había invadido un sentimiento agridulce, era feliz con el, por supuesto que lo era; más de lo que podría serlo encerrado en un lugar como ese, sin embargo, se sentía mal al no poder decirle a todo el mundo de quién estaba enamorado y lo feliz que era con el.

Un silencio los envolvió, no era incómodo pero tampoco era uno acojedor, se sentía como uno melancólico y frustrante en cierta parte. Naib no sabía que decir para aliviar la situación y Jack, el parecía seguir pensando en la respuesta que le había dado segundos atrás.

—¿Por qué me ocultas en público? –murmuró más para el que para el contrario, paseó su mirada por la habitación. No podía verlo a los ojos sin sentirse culpable.

—No es nada contra ti, Jack. Son cosas mías –el nombrado asintió y jugó con sus manos sin saber que más decir.

—De acuerdo –sabía que algunas veces era mejor no meterse en los asuntos de Naib por más que deseara.

—Lo siento –se disculpó, unos orbes dorados se dirigieron hacia el, su mirada se suavizó y sonrió un poco.

—No lo sientas –respondió, estaba tan enamorado de el, que a pesar de sentirse impotente cuando no podía hacer algo en público no le importaba mientras estuvieran juntos.

—En verdad me gustaría hacer las cosas diferentes, pero tengo miedo –se encogió en hombros restándole importancia.

—¿Miedo a qué? –en su mente se habían comenzado a formular demasiadas respuestas para su pregunta, el castaño decidió sincerarse con el, después de todo era su pareja y tarde o temprano terminaría diciéndoselo, no pasaba nada si se adelantaba un poco.

—De lo que piensen los demás, no están acostumbrados –lo dijo dudando, no quería que Jack malinterpretara sus palabras.

Quiso reírse, ¿era eso lo que tanto le preocupaba? incluso pensó que sería algo más grave. Sonrió ampliamente mientras se acercaba cautelosamente a el.

—¿Por qué me miras así? –lo miró extrañado mientras se cruzaba de brazos sintiéndose pequeño y vulnerable a su lado.

—Es lo más adorable que te he escuchado decir –sus mejillas se pintaron a una velocidad impresionante provocando que Jack estallara a carcajadas.

—No te burles de mi –lo apartó de un manotazo mientras se esforzaba porque su rostro volviera a la normalidad –Idiota.

—¿Sabías que Mary y Michiko son novias? ¿Qué Emma y Emily están juntas igual que Aesop y Joseph? –preguntó y por el rostro confuso de Naib supo que no estaba enterado de ello. No había nada que temer, todos en la mansión sabían sobre ese tema y lo tomaban más que bien, incluso bromeaban entre ellos.

—¿Q-qué? –asintió, todo el mundo sabía sobre ello y estaba seguro de que quizá alguien se había dado cuenta de ellos también.

—Pensé que los rumores volaban en este lugar –se burló, Naib alzó una ceja.

—No me meto en la vida de los demás –Jack colocó su mano sobre su pecho mientras lo miraba dolido.

—Eso fue un golpe bajo –dramatizó, el contrario por su parte rodó los ojos mientras reía.

—¿Sabías lo dramático que eres? –bromeó, Jack por su parte lo miró indignado.

—Eres el aburrido anciano de nuestra relación, alguien debe ser el alegre –se excusó mientras rodeaba con sus brazos al ajeno y apoyaba su barbilla sobre su cabeza.

—¿Te bañas con shampoo de coco? –preguntó, nuevamente las mejillas de Naib volvieron a encenderse y rió nervioso.

—Joseph dijo que era el mejor para cuidar el cabello –respondió, ambos rieron. El francés tenía un cabello tan sedoso y cuidado que todos en la mansión le pedían consejos para el cuidado de sus cabellos.

—¿Eso pasó de verdad? –preguntó, pues nadie, ni Aesop había logrado sacarle el secreto.

—Claro que no, eres muy ingenuo.

Chérie - identity v | o.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora