Naib Subedar

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Eres un gato. III
Advertencia; homosexual.

Sentía que sus mano sudaban y miraba hacia los lados, lo habían atrapado y lo tenían como huésped al no saber que era el quién terminaría con su reinado pronto

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Sentía que sus mano sudaban y miraba hacia los lados, lo habían atrapado y lo tenían como huésped al no saber que era el quién terminaría con su reinado pronto. Debía tener cuidado y lo sabía, pero con cada minuto que pasaba se sentía más observado que el anterior, como si lo estuviesen cazando.

—____, acércate cariño –le pidió la reina roja mientras lo miraba con una sonrisa.

Se inclinó hacia ella —ya que estaba sentado a su lado— lo suficiente para escuchar lo que quería decirle.

—¿Crees que podrías ser un buen rey? –sus ojos se abrieron cómo los de un búho y rascó su nuca nervioso.

—Bueno reina mía, nunca me imaginé en una posición como esa y creo yo que no sería un buen líder –mentira, había motivado a todos para enfrentar a la reina frente a el.

—Yo creo que eres un excelente líder, lograste que todos organizaran esto en algunas horas. Los inútiles de mis consejeros no lo hubieran logrado ni en una semana –felicitó, mordió su mejilla pensando que decir; no había forma de negar eso.

—Si usted lo dice, mi reina –finalmente dijo sin ninguna otra alternativa.

Si antes no lo estaba, ahora se había metido por completo a la boca del lobo y no tenía pinta de ser algo que terminase bien.

—¡Perfecto! –se levantó de un brinco de su trono y comenzó a caminar con _____ siguéndola —Nos casaremos en tres días durante la tarde, es más romántico –decretó.

Mierda, había metido la pata y muy mal. Sólo esperaba que pronto llegaran en su rescate o terminaría mal, muy mal.

(...)

—Conejo, lo estoy diciendo de verdad –volvió a explicarle la situación, a Conejo le parecía algo difícil de creer.

—Metiste la pata –le regañó, talló su rostro con desesperación.

—No me digas las cosas que son obvias, mejor dime cómo salir de aquí –pidió, pues por órdenes de la reina habían guardias custodiandolo todo el tiempo a excepción de cuánto se encontraba en su habitación.

—Estamos jodidos –murmuró jalando sus largas orejas, _____ se cruzó de brazos.

—No lo estamos, le revelaré quién soy y si es necesario enfrentaré al dragón hoy mismo –estaba a punto de salir cuando al tomarlo desprevenido Conejo saltó sobre el tirándolo al suelo antes de poder llegar a la puerta.

Chérie - identity v | o.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora