Eli Clark

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Tua cantante IV

—Oye Clark –lo llamo mientras decodificamos una de las últimas dos máquinas que faltaban

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—Oye Clark –lo llamo mientras decodificamos una de las últimas dos máquinas que faltaban.

—Dime –responde concentrado por no fallar ninguna calibración, suspiro y me armo de valor para preguntarle.

—¿Alguna vez estuviste enamorado? –la pregunta parece sorprenderlo y ponerlo nervioso, puedo darme cuenta cuando la sangre sube a sus mejillas y su corazón comienza a bombear rápido.

—¿P-por qué? –pregunta, me encogí en hombros mientras avisaba a nuestros compañeros sobre el progreso de la máquina.

—Creo que estoy enamorado –respondo, su rostro pierde el color durante unos segundos y por primera vez desde que dejó el desayuno en mi habitación me mira.

—¿Estás enamorado? ¿De quién? –quizá le costaba trabajo creer que tuviera ese tipo de sentimientos por alguien.

—Pensé que era obvio –intento no mirarlo, si lo hago lo más probable es que salga corriendo.

—¿Eh, qué es obvio? –es más distraído de lo creí, reí un poco.

—Estoy enamorado de ti...pero eso no importa realmente –un color rosado cubre mis mejillas, escucho como su corazón comienza a latir con fuerza y rapidez mientras la sangre sube a sus mejillas justo cuando la máquina se termina, el parece estar estético en su lugar.

—Oh, yo... –no le permito continuar, desde un principio sabía que nunca se daría nada entre nosotros. Prefiero detenerlo antes de que sus palabras se claven como estacas en mi corazón.

—No digas nada, sólo quería que lo supieras. Se que tienes a Gertrude, tu prometida pero no quería que te marcharas sin decírtelo o llevaría una carga muy pesada por años, no sé cuando volveremos a encontrarnos y probablemente dentro de mil años no recuerde que estuve aquí así que... –una vez he terminado de aclarar mi intensión me dirijo hacia la puerta dejándolo atrás y sin permitirle responder.

Oh mierda, era un completo idiota. ¿Por qué me había atrevido a decir eso? ¡genial ____, acabas de arruinar su amistad! si algo está claro es que las cosas no volverán a ser las mismas, ¡carajo!

Minutos después la alarma se escucha y podemos comenzar a abrir las puertas, llevo la mitad del progreso para salir cuando Martha y Eli llegan, pues Galatea seguía persiguiendo a la pobre Helena.

—Será una victoria –comienza a festejar la castaña cuando nadie habla, cosa rara en nosotros.

—Lo es –asiento cuando la puerta finalmente se abre, esta vez entro al mismo tiempo que Martha, a quien por lo general dejaba pasar primero para ir hasta atrás.

Chérie - identity v | o.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora